Alex Smith elige diez Sunseekers que cuentan un poco de la historia del astillero británco y que han hecho de Sunseeker una de las marcas de yates más famosas del mundo.
Puede que nos cueste imaginarlo pero en sus inicios, allá por 1969, Sunseeker empezó su andadura en el mercado de la náutica de recreo como constructor de pequeñas lanchas remolcables. Desde entonces, el astillero de Poole, Reino Unido, ha sido comprado por más de 400 millones de euros por la empresa inmobiliaria china Dalian Wanda y se ha convertido en uno de los líderes mundiales en el diseño y construcción de cruceros de gran eslora e yates de serie y personalizados. Empezando con el Portofino 40 y culminando en el colosal Sunseeker 155, el buque insignia de la marca con 155 pies y tres cubiertas, la flota actual de Sunseeker está firmemente asociada a un diseño imaginativo, excelentes prestaciones e interiores opulentos. En estas casi cinco décadas ha habido muchos hitos, pero para mí, los diez barcos que se siguen han logrado con honor su plaza en el Hall of Fame de Sunseeker.
El Predator 80 ha sido una pieza fundamental de la gama de Sunseeker durante mucho tiempo.
(1) Sunseeker Sovereign 17
A lo largo de los años 60, la familia Braithwaite fue propietaria de una empresa comercial de importación de embarcaciones de recreo, pero hacia el final de la década, decidieron construir su propio barco bajo la marca ‘Poole Powerboats’. Esta elegante lancha deportiva de 17 pies fue una de las primeras en ser botada.
El minúsculo ‘Sunseeker’ Sovereign 17 es un barco indiscutiblemente deseable.
Este barco en particular (ver foto) fue botado en 1970 y restaurado en 2005 para celebrar el legado de Sunseeker. Con toda la lógica sirvió a Daniel Craig cómo medio de transporte en ‘Casino Royale’, su primera película como James Bond, haciéndose acompañar nada menos que por Robert Braithwaite (presidente de Sunseeker) al timón. Aunque oficialmente el Sovereign es un ‘Poole Powerboats’, y no un Sunseeker, sus líneas clásicas y espirito deportivo, hacen con que este pequeño barco aparentemente poco ambicioso se haya afirmado como fundamental para entender la génesis de la marca y un precursor de la dirección que Sunseeker vendría a tomar.
(2) Sunseeker Daycab 23
En 1976, la familia Braithwaite introdujo un 23 pies, el primer barco bajo el nuevo nombre del astillero, ‘Sunseeker’. Disponible en dos versiones, el modelo deportivo era esencialmente un crucero rápido, al estilo cuddy, con dos literas, mientras que el modelo ‘Daycab’ disponía de más comodidad, con su cocina, baño y dos literas dobles.
El Sunseeker Daycab 23 combinaba ya algunos lujos con prestaciones deportivas.
También disponía de acabados más lujosos que los de los modelos anteriores y fue esta combinación entre prestaciones deportivas y su efectiva capacidad para el crucero que hizo del Daycab 23 un barco tan importante. Se mantuvo en producción por menos de cuatro años antes de ser reemplazado por el 235, pero para entonces, Sunseeker ya se había convertido en una marca reconocida.
(3) Sunseeker Offshore 28
El Offshore 28 fue supuestamente el primer barco europeo con un casco diseñado específicamente para dos motores de cola. Mas tarde, el Offshore 31 haría lo suyo a nivel de innovación al adoptar la tecnología Duoprop (doble hélice contra rotatoria). En ambos casos, los modelos Offshore de Sunseeker demostraron ser piedras angulares en el desarrollo del astillero y merecen ser considerados como iconos de la marca.
Los modelos Sunseeker Offshore fueron pioneros en tecnología de propulsión.
(4) Sunseeker Renegade 60
El Renegade 60 de Sunseeker fue uno de los primeros barcos de recreo de serie impulsados por jets. Capaz de desplazar hasta 145.000 litros de agua por minuto a máxima velocidad, este innovador y audaz superbarco rápidamente sumó puntos, gracias a su aceleración rápida, facilidad de manejo y velocidad máxima de 45 nudos. Además de tres grandes camarotes y dos baños, también disponía de bañera profunda y abierta y una gran zona en popa para tomar el sol, haciendo con que la navegación fuera casi como la de una lancha deportiva pequeña, pero con mucha más emoción.
(5) Sunseeker Predator 80
Cuando surgió, a mediados de la década de los 90, este barco a motor con puesto de mando cerrado se hizo famoso como una plataforma en la que escala y lujo se combinaron perfectamente con la facilidad de uso y el alto rendimiento.
El Predator 80 ha sido una pieza fundamental de la gama de Sunseeker durante mucho tiempo.
A pesar de medir más de 80 pies de eslora y de pesar alrededor de 50 toneladas, podía alcanzar velocidades superiores a 45 nudos. Sus líneas dinámicas y limpias, techo corredizo de fibra de carbono y portillos laterales tintados también aportaron bastante arrojo estético. Su éxito ha dejado huella y aún podemos encontrar algo de su espíritu en la gama Predator actual ya que Sunseeker sigue construyendo un 80 pies.
(6) Sunseeker 105 Yacht
En 2001 se subió el listón por encima de la marca de los 100 pies. Algunos consideran que este fue el punto en que Sunseeker se convirtió en un verdadero constructor de superyates y las características del 105: opulencia de los interiores, diseño extravagante y la ambición de su escala, hicieron mucho para validar esta afirmación. Este yate a motor con cuatro camarotes, 26 nudos de velocidad de crucero y puente alto rápidamente se hizo con un par de premios internacionales de diseño de superyates, confirmando que la estrategia de Sunseeker apuntaba definitivamente hacia los escalones más altos del mercado.
(7) Sunseeker Superhawk 34
En los últimos años, Sunseeker ha disfrutado de una presencia regular en las películas de 007. Vimos el Superhawk 43 y el Sovereign 17 en ‘Quantum of Solace’; el Superhawk 48 en ‘Muere otro día’ y el XS 2000 y el Predator 108 en ‘Casino Royale’.
El diseño del casco del Superhawk y el motor Volvo Penta con cola lo hacen rápido y muy confortable a la vez.
Obviamente que un barco, para desempeñar bien su papel en una película de Bond, debe combinar potencia con mucho estilo y la Superhawk 43 (en buena verdad, cualquiera de los Superhawks) cumple muy bien su cometido. Aunque se hayan comprometido algunos lujos debido a la manga estrecha, se ha ganado y mucho en velocidad y suavidad de navegación, y es justamente por eso que siguen conquistando adeptos.
(8) Sunseeker San Remo
Diseñado por Sunseeker como “un icono del futuro”, este crucero deportivo de 51 pies es sin duda uno de los barcos más exquisitos que ha construido el astillero. Lo confirmó en 2014 el premio al mejor crucero deportivo con más de 45 pies de IPC Marine Media, editora de Motor Boats Monthly and Motor Boat & Yachting’.
El San Remo es probablemente el barco más bonito de Sunseeker.
Los Volvo Penta IPS Pod Drives generan una velocidad máxima de más de 30 nudos y permiten más espacio bajo cubierta que se ha aprovechado muy bien con dos camarotes muy espaciosos. El San Remo cuenta con una cubierta principal muy luminosa y amplia con bastante espacio al aire libre para disfrutar del sol.
(9) Sunseeker Portofino 40
El Portofino 40 es actualmente el barco más pequeño de la flota Sunseeker pero no deja de ser bastante importante: en primer lugar porque proporciona a los amantes de la náutica en general una lancha a la que realísticamente pueden aspirar; y en segundo lugar, porque su eslora modesta y relativa sencillez de formas lo acercan de forma convincente a los Sunseekers de antaño. Es rápido, es bonito y muy British, o sea, es casi un Poole Powerboats.
En este momento el Portofino 40 es el barco más pequeño de Sunseeker.
(10) Sunseeker 155 Yacht
Y así llegamos al final de nuestro listado con el barco más grande y más avanzado jamás producido por Sunseeker. Botado en 2014, el 155 Yacht fue concebido para dar prioridad al espacio y al estilo, lo que no constituye ninguna sorpresa ni novedad. Pero también está optimizado para cruceros de larga distancia, con una combinación de ‘última generación’ entre el diseño del casco y un tanque de combustible de 60.000 litros con vista a una autonomía de más de 4.000 millas.
El 155 Yacht es el actual buque insignia de Sunseeker.
Con sus tres cubiertas y balcones laterales extensibles, está diseñado para recibir 12 pasajeros y para una tripulación de 11 personas. Las especificaciones y disposición exactas dependen obviamente de los requisitos del armador y cumple decir que el primer 155 se entregó a Eddie Jordan, ex patrón del equipo de F1 Jordan Grand Prix, y dispone, entre otras cosas, de una discoteca, un jacuzzi y una terraza panorámica.