Los motores fuera de borda de hoy en día son mucho más confiables y eficientes en cuanto al consumo de combustible que los de antaño, pero aún querrás saber cómo solucionar estos problemas comunes, ¡y hacerlo rápido!
Los motores fueraborda modernos han avanzado mucho, tanto si hablamos de los ya habituales cuatro tiempos como de los modernos motores DFI o el 600 CV de Mercury. En cualquiera de estos casos, ofrecen una mayor fiabilidad que hace décadas. Además, la eficiencia del combustible ha aumentado y problemas como los escapes de humo y los niveles de ruido ensordecedores son historia. Por ello, a la hora de comprar un barco, uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta es que disponga de un motor fueraborda moderno; sin embargo, ni siquiera estos nuevos motores son infalibles. De hecho, los motores fueraborda modernos presentan algunas averías comunes que aparecen una y otra vez. Aunque habrá quien se quede sentado en el muelle con ganas de pescar, estos contratiempos son bastante fáciles de resolver para quienes conocemos algunas soluciones rápidas.
1. El motor se enciende, pero no termina de arrancar
Este problema puede deberse a varias razones. Antes de nada, asegúrate de que la palanca de cambios esté en punto muerto. Si el motor ni siquiera trata de arrancar, es muy probable que el interruptor de corte de corriente de emergencia haya fallado, como si se hubiera desconectado el clip del cordón de seguridad, lo que impide que el motor se encienda. Un problema particularmente habitual y molesto es cuando el interruptor está instalado en sentido horizontal en un lugar donde puede acumularse el agua y provocar daños.
Solución rápida: desactiva el interruptor de emergencia. Ve a la parte trasera del panel de interruptores y mira los cables. Busca el cable negro con una raya amarilla. Desconéctalo e intenta arrancar la embarcación de nuevo. Es muy probable que el motor se encienda.
2. El testigo no expulsa agua
Este problema puede ocurrir cuando el rotor de la bomba de agua está estropeado, lo que requiere una reparación. No obstante, la causa más habitual es que el testigo está obstruido con arena, barro o algas. Por desgracia, si desconoces cuál es el motivo de la avería, no te quedará otra que remolcar la embarcación y acudir a un mecánico.
Solución rápida: escaria el testigo desde fuera hacia dentro. Es mucho más sencillo de lo que parece, siempre que tengas hilo de pescar a mano. Elige el sedal de mayor diámetro que quepa en el orificio del testigo y enróscalo todo lo que puedas. A continuación, retuerce el sedal entre dos dedos. Al hacerlo, intenta introducirlo más. Cuando sepas con seguridad que ya no puede entrar más sedal, tira del latiguillo y arranca el motor. Si después de tres o cuatro intentos sigue sin salir el agua, échale la culpa al rotor y da por zanjado el asunto. No obstante, la mayoría de las veces, el testigo volverá a expulsar agua.
3. Al motor no le llega combustible y no arranca
Es un problema bastante habitual porque muchos de los accesorios de desconexión rápida que unen la línea de combustible al motor fueraborda son bastante baratos. Lo mismo ocurre con las lengüetas de unión o las abrazaderas de manguera que los sujetan. Con el tiempo, todos estos elementos tienden a tener fugas o a permitir la entrada de aire.
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Solución rápida: aprieta la bola y observa el racor entre el motor y la línea, la lengüeta y la manguera y la lengüeta en cada extremo de la bola. Si es visible, fíjate también en el racor entre la línea y el depósito. En caso de haber fuga, deberás aislarla y sellarla. Si no hay fuga de combustible visible, es posible que la bola esté aspirando aire. Apriétala de nuevo acercando el oído a cada conexión y comprueba si se escucha un gorgoteo. Una vez aislada la fuga, podrás solucionar el problema cortando una sección de la línea de combustible y volviendo a conectar la lengüeta o el accesorio a un nuevo trozo de manguera (o simplemente sustituyendo la abrazadera de la manguera). Si el racor en sí está fallando, a veces se puede empujar hacia un lado u otro para que el motor funcione temporalmente. Esto suele ser suficiente para mantener el flujo de combustible en movimiento.
4. El motor se cala en punto muerto al ralentí
Si el motor fueraborda arranca, sigue funcionando con el acelerador en punto muerto, pero se apaga al reducir la velocidad al ralentí mientras está en punto muerto, es probable que una válvula AIS (velocidad de ralentí automático) esté rota o no funcione correctamente. Esta válvula controla la cantidad de aire que entra en el motor cuando está en ralentí; si queda atascada en una posición incorrecta o está dañada, puede provocar que el motor se apague.
Solución rápida: debes limpiar o sustituir la válvula. Lo ideal es cambiarla, porque cuando la válvula empieza a fallar, siempre se termina atascando de nuevo. No es una tarea extremadamente difícil, pero la mayoría de la gente prefiere que un mecánico se encargue de ello. Mientras tanto, puedes intentar navegar con el acelerador ligeramente adelantado en punto muerto y acercándolo al ralentí tanto como sea posible sin llegar al mismo. En la mayoría de los casos, el motor funcionará a unas 700 RPM. A continuación, cambia rápidamente de punto muerto a marcha directa. Puede que te lleve varios intentos, pero si lo haces con la suficiente rapidez, lograrás que el motor entre en marcha mientras sigue funcionando. Una vez hecho esto, se acabaron los problemas. Solo recuerda no volver a cambiar a punto muerto o el motor volverá a apagarse. Obviamente, cambiar de marcha tan rápido puede dañar el motor; por lo que solo se recomienda hacerlo un par de veces para no quedarte en tierra. Antes de adentrarte en el agua de nuevo, debes arreglar esa válvula.
5. El motor funcionaba, pero se ha apagado y ya no arranca
¿Al apretar la bola de la línea de combustible esta se colapsa? En caso de ser así, es posible que el sistema no pueda extraer correctamente el combustible debido a que el respiradero del depósito está obstruido.
Solución rápida: antes de nada, si tienes un depósito de combustible portátil con un respiradero con rosca, échale un vistazo. Es increíble la frecuencia con la que la gente se olvida de este respiradero y lo deja cerrado. Ábrelo y el motor empezará a funcionar sin problemas. Si el depósito es fijo, deberás comprobar la ventilación del mismo. En muchas ocasiones, las avispas alfareras son las culpables de este problema. Se introducen en el sistema de ventilación, construyen un avispero y lo obstruyen. Puedes quitar el nido escariando el conducto de ventilación, pero prepárate para echar a correr, ya que a las avispas no les agradará. Una o dos semanas después, comprueba también los filtros de combustible, donde puede haber restos del avispero.
Nota del editor: este artículo se publicó originalmente en noviembre de 2013 y se actualizó por última vez en junio de 2024.