Rupert Holmes nos recomienda mimar las baterías de nuestro barco para que sigan cargando por mucho tiempo.
Las baterías de los barcos son caras pero pueden perder la mayor parte de su capacidad en un par de temporadas si las tratamos mal. Sin embargo, si las cuidamos , un parque de baterías de servicio de buena calidad puede durar de cinco a siete años.
Las baterías de nuestro barco son caras y hay que cuidarlas adecuadamente para evitar averías.
1. Controlar el estado de las baterías
Una buena gestión de las baterías es vital para su longevidad. Descargar incluso las mejores baterías de ciclo profundo por debajo del 50 por ciento de su capacidad acortará su vida dramáticamente, mientras que descargar la batería regularmente puede destruirla en pocos meses. Hay que no subestimar este postulado: la descarga excesiva es la mayor causa de averías en las baterías.
Si dispone de presupuesto, los modernos y sofisticados sistemas de control de baterías miden toda la energía cargada y consumida de las baterías y pueden calcular cuándo necesitará cargarlas de nuevo, suponiendo un ritmo de consumo de energía constante. Una alternativa más económica, aunque un poco primitiva, es un simple voltímetro digital. Sin que hayamos hecho cualquier consumo, con la batería totalmente cargada, el voltaje es de 12,6-12,7V mientras que cuando está totalmente descargada, una batería tiene sólo 11,8V. Un voltaje de 12,2V representa aproximadamente el 50 por ciento de la capacidad total. Con el fin de preservar la vida de las baterías se considera mala práctica descargarlas más allá de esos 50 por ciento – así que lo ideal es cargarlas antes de que el voltaje baje de los 12.2V.
Un simple voltímetro nos dará una indicación de la carga de la batería, mientras no haya consumo de energía.
2. Calcular el consumo diario de energía
Este es una de las cuestiones más importantes para garantizar la vida de las baterías – si la capacidad de nuestro parque de baterías es demasiado limitada inevitablemente consumirá demasiada energía cada día. El consumo diario se puede calcular multiplicando la corriente en Amperios de cada aparato eléctrico a bordo por el tiempo de utilización estimado en cada período de 24 horas. Lo ideal es que las baterías de servicio se dimensionen para que su calificación de Amperios hora (A – h) sea tres veces mayor que el consumo eléctrico total diario del barco.
3. Reducir el consumo de energía
Esto es seguramente una de las formas más fáciles y más baratas para alargar la vida de la batería. Es tan simple como no dejar las luces encendidas sin necesidad. Además, si cambiamos las bombillas incandescentes por las LED de bajo consumo podemos reducir significativamente nuestro consumo. Debemos también asegurarnos de que la nevera esté bien aislada – 10cm de poliuretano es lo mínimo para que funcione eficientemente. Otro truco es poner un par de botellas de agua congelada en la nevera al comienzo de cada viaje para reducir significativamente la potencia necesaria para mantener su contenido fresco.
4. Instalar un panel solar
Las baterías se descargan incluso si no usamos el barco – dependiendo del tipo de batería, la autodescarga será de cerca de 1-3 por ciento al mes. Sin embargo, un pequeño panel solar (de 20 o 30 euros) es todo lo que necesitamos para evitar esto, lo que, una vez más, nos ayudará a alargar la vida de nuestras baterías.
Un pequeño panel solar evitará la autodescarga de las baterías.
Un panel solar más grande, con un regulador que evita el exceso de carga, es otra alternativa, ya que durante el día irá ayudando a reponer la carga de las baterías. Esto ocurre incluso en los días nublados. Una ventaja adicional de un panel solar más grande es que, incluso si tenemos el barco en un amarre sin acceso a electricidad, por lo general, las baterías se recargaran y estarán completamente cargadas y listas para nuestro fin de semana.
Un panel solar más grande, conectado a un regulador, mantendrá las baterías a tope mientras no estamos y ayuda a proveer energía para nuestro consumo diario.
5. Instalar un cargador de buena calidad
Si solemos frecuentar marinas, enchufar nuestro cargador a la toma de corriente del pantalán es una manera fácil de reducir el desgaste de las baterías. Además, un cargador de buena calidad de tres o cuatro etapas asegurará que las baterías estén totalmente cargadas cuando estamos listos para salir por la mañana. Igualmente, para barcos con acceso a la corriente del pantalán, un cargador de los que se pueden dejar conectados permanentemente asegurará que las baterías estén debidamente cuidadas en todo momento.
6. Instalar un regulador de carga inteligente
Con los alternadores normales, sólo un porcentaje relativamente pequeño de la energía producida por el motor llega a la batería. Por ejemplo, con un alternador de 75 A-h, se pueden conseguir 50 A-h de carga inmediatamente después del arranque del motor, pero pasados tan sólo 15 minutos de funcionamiento esa cifra pasará a la mitad.
Un regulador de carga inteligente, como por ejemplo el sistema de Adverc, evita que el índice de carga se reduzca tan drásticamente con el tiempo. Una vez que mantiene el nivel de carga más cercano a la cifra inicial, el alternador recarga las baterías en el tiempo mínimo. Este sistema tiene otra ventaja y es que carga las baterías al 95 por ciento de su capacidad, en comparación con el 65-70 por ciento de un regulador de carga estándar.
7. Montar un alternador más potente
Si aún así no logramos cargar totalmente nuestro parque de baterías, montar un alternador más potente puede ser una de las formas más baratas de aumentar la carga que las baterías reciben. La gran mayoría de los motores nuevos vienen con varias opciones de alternadores así que merece la pena comprobar si el nuestro tiene acoplado el alternador más potente, o incluso si el fabricante ha actualizado más tarde los tamaños disponibles para nuestro motor. Por otro lado, existen proveedores de alternadores en el mercado que ofrecen aparatos con un rendimiento significativamente más grande y que se adaptan a una gran variedad de motores.
8. Instalar un aerogenerador o un hidrogenerador
En los últimos 15 años la energía solar se ha vuelto más barata y eficiente pero antes los aerogeneradores eran una forma muy popular de recargar las baterías. Existe aún un buen número de armadores que aprecian sus aerogeneradores, aunque antes de optar por montar uno, es importante conocer sus desventajas.
La que suele venir a la cabeza es el ruido que producen cuando hay viento fuerte. Otro inconveniente es que en muchos puertos bien abrigados la velocidad del viento no suele alcanzar un nivel que permita que el aparato produzca energía suficiente. Obviamente esto depende de dónde tengamos nuestra embarcación y dónde solemos navegar.
Los hidrogeneradores, tanto los más tradicionales remolcables como los más nuevos y eficientes que se montan en el espejo de popa pueden generar toda la energía necesaria en travesía. Por lo tanto pueden ser ideales para los que navegan largas distancias, pero por supuesto no serán de gran ayuda mientras el barco esté amarrado en el puerto.