Este artículo ha sido publicado originalmente en YachtWorld.
Astondoa alcanza este año su primer centenario y lo celebra renovando su oferta con nuevas líneas y numerosos modelos.
Astondoa, uno de los más importantes astilleros del mundo de yates a motor, celebra su primer centenario manteniendo la tradición empresarial familiar y la excelencia como objetivo, al tiempo que presenta en el mercado tres nuevas líneas de barcos donde se mezclan conceptos novedosos, moderno diseño y el tradicional buen hacer de este legendario astillero.
Durante la celebración del centenario de Astondoa se presentó el nuevo modelo Coupe 655.
Astondoa nació como una pequeña carpintería de ribera familiar asentada en Portugalete donde los jóvenes hermanos Jesús y José Astondoa construían pequeños botes a remo para los diferentes servicios de la ría y el puerto. A mediados de los años veinte realizan su primer barco deportivo, una trainera para las populares regatas de remo, encargada por el propio Portugalete. Estos barcos que compiten en el tradicional deporte del remo de banco fijo de la costa cantábrica y gallega se derivan de los antiguos botes de pesca de bajura y son largos, afilados, para 13 remeros y el patrón. Ya en instalaciones más amplias que la original carpintería construyeron durante décadas barcos de todo tipo para el trabajo y la pesca y botes salvavidas para mercantes y transatlánticos. Desde la pequeña carpintería, donde no cabían botes de más de cinco metros, Astondoa se trasladó en diferentes ocasiones para completar su periplo vizcaíno en unas amplias naves en Santurce.
Ya en los años cincuenta, Astondoa se inicia en el mundo de la náutica de recreo produciendo las tradicionales motoras de pesca deportiva del cantábrico, antecedente de los cruceros a motor actuales, canoas automóviles, gasolinos e, incluso, motoveleros. En ocasiones el encargo se podía realizar en la nave, y si no salía por la puerta la solución era bien sencilla; se rompía la fachada para sacar el barco y luego se reconstruía.
Para sacar este barco de pasajeros fue necesario romper la puerta de la nave de Portugalete.
De Vizcaya a Alicante
Astondoa se trasladó de Vizcaya a Santa Pola en Alicante al final de los años setenta del pasado siglo. Desde los años sesenta habían recibido encargos para construir grandes pesqueros de madera en la costa levantina, entonces Jesús Astondoa, perteneciente a la segunda generación, y su personal se trasladaban temporalmente a Valencia o Santa Pola para regresar a Santurce cuando se terminaba el trabajo.
El gran crucero a motor “Tres Marías” construido en maderas en el año 1984, ya en Santa Pola.
Esta decisión estratégica de mudarse al Mediterráneo fue todo un éxito y posicionó al astillero en el centro del mercado de la náutica deportiva con mayor perspectiva de desarrollo de Europa.
A principios de los años ochenta comienza la era de la fibra de vidrio, lo que revoluciona los métodos y la manera de construir los barcos. Astondoa conserva su carpintería para interiores, forros de cubiertas y accesorios, pero cascos y estructuras pasan a construirse en laminado de fibra de vidrio reforzada por resina de poliéster.
Vista aérea de las actuales instalaciones de Astondoa en el puerto de Santa Pola.
En el año 1999 Astondoa inaugura sus actuales instalaciones en el puerto de Santa Pola, amplias y modernas, que ocupan 30.000 metros cuadrados entre naves y la explanada del varadero, donde se pueden construir barcos hasta los 140 pies de eslora. Y manejarlos gracias al travelift de 120 toneladas.
Todo o casi todo se produce en casa, desde los proyectos, la ingeniería los moldes, los laminados en materiales compuestos, hasta los mecanizados y las piezas de acero inoxidable. La excelencia en los trabajos de carpintería sigue siendo una de las señas de identidad de esta prestigiosa y centenaria marca.
Nueva generación, nuevos yates
Jesús Astondoa Santamaría fue el gran visionario que supo transformar un astillero familiar en una moderna factoría para construir grandes yates de lujo. Actualmente sus hijos Íñigo y Jesús, la tercera generación, siguen impulsando su proyecto.
Astondoa ha renovado en profundidad su oferta proponiendo cuatro nuevas líneas de yates con 18 de modelos de moderno diseño y esloras comprendidas entre los 40 y 130 pies, con lo que complementa la preexistente familia de cruceros de puente alto y su oferta de megayates de acero y aluminio
La renovación se inició con la familia Flybridge, compuesta por seis modelos, de los cuales ya existen ejemplares de tres, concretamente el de mayor porte el GLX 80 fue presentado en el Salón de Fort Lauderdale del pasado otoño.
Astondoa 80 GLX.
La apuesta central es la gama Century de yates a motor que comprende cinco modelos con esloras entre los 90 y los 130 pies. El primer ejemplar de esta familia, el 110 Century, presentado en sociedad en el pasado Miami Boat Show de febrero del presente año, causó gran impresión de tal manera que ya se han vendido varias unidades en el mercado norteamericano.
El Astondoa 110 Century celebra el centenario de Astondoa.
La gama Coupé comprende cinco cruceros deportivos de original concepto, los de mayor eslora incorporan un amplio solárium sobre el techo de la cabina al que se accede a través de sendas escaleras situadas en los laterales del parabrisas. Dispone de unas barandillas plegables para proteger a los usuarios.
La gama Top Deck comprende tres modelos absolutamente concebidos para disponer del máximo contacto con la mar, se trata de barcos con estructuras modulables, especialmente en la cubierta, donde el espacio a la hora de fondear se amplia de forma notable, lo mismo que en la plataforma de baño. Por el momento se ha construido la primera unidad del 65 Top Deck que ha causado gran sensación.
Celebrando el centenario de Astilleros Astondoa
Jesús Astondoa, consejero delegado de Astondoa, se dirige a los invitados en el acto de presentación del centenario del astillero. José Luís de la Viña durante la visita a los astilleros de Santa Pola.
Para celebrar su primer centenario Astondoa reunió en Santa Pola a una nutrida representación de la prensa internacional del sector con armadores, clientes, proveedores y familiares. A lo largo de un fin de semana los invitados pudieron asistir al acto de conmemoración, recorrer el astillero y sus instalaciones, conocer los nuevos proyectos y visitar una docena de barcos creados por Astondoa y reunido para la ocasión en la Marina.
La familia Astondoa agasajó a sus invitados con un perfecto maridaje entre las culturas vizcaínas y mediterránea en la que la gastronomía jugó un papel primordial de la mano de los afamados fogones del Restaurante Varadero que ofreció toda una demostración del producto y el arte culinario de la región.