No importa dónde estés navegando o de qué embarcación se trate, un nudo siempre es útil. Todos hemos pasado por ello, nos hemos atascado intentando hacer un nudo as de guía cuando habría bastado con un nudo de ocho. A todos nos viene bien repasar conceptos básicos, tanto si somos navegantes experimentados como principiantes, así que no te hagas un lío y ponte al día con estos cinco nudos marineros esenciales.
Nudos, amarres y lazos
Los nudos son un arte antiguo. Precedieron a la escritura, marcando el desarrollo de civilizaciones de todo el mundo. Por eso, hacer nudos nos conecta con nuestros antepasados, al mover las cuerdas en el agua como lo hacían ellos. Los nudos y sus nombres poseen tradiciones antiguas, peculiares y a veces incluso contradictorias. Sin embargo, la mayoría coincide en que, en términos generales, se dividen en tres categorías: nudos (es confuso, lo sabemos), que se atan al final de una línea (una cuerda en uso); amarres, que se emplean para unir una cuerda a otra cosa, como un listón; y lazos, que se usan para unir dos cuerdas.
Nudo as de guía
Si deseas aprender un solo nudo, debe ser el as de guía. Fácil de atar y desatar, crea una soga al final de la cuerda y es muy versátil. Puede unir una cuerda de amarre a un poste, atar dos cuerdas o incluso utilizarse como nudo de rescate. Para hacerlo, recuerda la regla mnemotécnica de los viejos marineros: «el conejo sale del agujero, da la vuelta al árbol y salta de nuevo al agujero». En otras palabras, haz un pequeño lazo cruzando dos lados de la cuerda, luego pasa el extremo suelto (el conejo) a través del lazo (el agujero), después por la parte de atrás del otro extremo (el árbol) y, una vez más, por el mismo agujero. Aprieta el nudo tirando de ambos extremos.
Nudo en ocho
El nudo en forma de ocho es un tipo de nudo de «tope» que suele utilizarse para evitar que una cuerda pase a través de un dispositivo de retención, como un bloque. Es fácil de aflojar, aunque se haya apretado bien y, a diferencia del as de guía, no se atasca. Para atarlo, cruza la cuerda sobre sí misma para formar un lazo, vuelve a hacerlo, esta vez por debajo, y dobla una vez más, formando la figura de un ocho. ¡La pista la da el nombre!
Nudo de cornamusa
Este nudo sirve para atar una cuerda a una cornamusa, tanto en el barco como en el muelle, así que no tardarás en dominarlo. Rodea la cornamusa con la cuerda, primero bajo el «cuerno» más alejado y luego bajo el más cercano, y vuelve a hacer un lazo sobre el extremo. Después, pásalo por encima de la cornamusa, bajo el cuerno más lejano y de nuevo hacia el cuerno más cercano. Por último, haz prácticamente lo mismo a la inversa al otro lado, pasando por debajo y en torno al cuerno hasta formar un ocho.
Medio enganche
Este enganche o «nudo simple», que no es tanto un nudo en sí mismo, se emplea para fijar el amarre en combinación con otros nudos más fuertes. Es muy sencillo, solo hay que cruzar los extremos y hacer un lazo por encima y por debajo del lazo que acabas de hacer. Por lo general, se usan dos en una fila (dos medios nudos), a menudo tras un «giro redondo»: solo tienes que enrollar la cuerda en torno a donde quieras amarrar. Te servirá tanto con pilotes como con casi cualquier otra cosa.
Ballestrinque
Este es menos seguro que los medios nudos múltiples, pero es rápido y se puede utilizar para colgar guardabarros o como nudo de amarre temporal. Solo tienes que hacer un lazo en torno a lo que vayas a amarrar y volver a hacerlo en sentido contrario. Vuelve a pasar la cuerda alrededor y por debajo del lazo que acaba de hacer y tira del extremo (por ejemplo, si estabas colgando un guardabarros, tira verticalmente hacia arriba). 
Cuando domines estos cinco nudos, podrás aprender otros más difíciles: vueltas de escota y ancla, nudos de rizo o incluso un nudo de zepelín. Pero estos conceptos básicos te serán muy útiles en cualquier barco y a la hora de dominar las cuerdas de un velero. Solo debes comprobar tu equipo de seguridad y estarás listo para zarpar.
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