Este artículo ha sido publicado originalmente en es.boats.com.
Diego Yriarte habla con la patrona y bróker Mónica Xufre sobre qué hacer si estamos pensando en comprar un barco de madera.Siempre habrá quién prefiera los barcos de madera. Aunque muchos armadores y armadoras en materia de coches elijan ir a la ultima, cuando el tema es navegar, jamás cambiarían su barco de madera por otro de fibra de carbono, por muy puntero que sea. Es que hay algo especial en un barco de madera clásico; y no importa si ha sido construido hace un año o un siglo, su atractivo suele ser enorme y si está bien cuidado puede llegar a provocar fascinación.
Hay barcos clásicos y de época muy diferentes, algunos de más de 100 años de antigüedad pero la esencia de la competición es otra. Foto: Diego Yriarte.
En un barco de madera el placer de navegar parece que se saborea de otra forma. Para entender el porqué de que tantos armadores sigan prefiriendo la madera a otros materiales más sofisticados, livianos y eficientes nada mejor que pasearse por una marina y ver cómo los barcos de madera se destacan entre los demás.
Pero si tenemos oportunidad de verlos en acción en alguna de las muchas regatas de barcos clásicos, entonces aún mejor; quizás sea suficiente para una pasión fulgurante.
Pero para una relación más duradera, y en particular si estamos pensando en comprar un barco de madera debemos estar conscientes de que es una decisión que no ha de ser apresurada y en la que debemos contar con un profesional que nos asesore. Pero bien podemos hacer la primera visita y revisar puntos clave para decidir si se trata de un candidato a una relación con futuro; cubierta, interiores, sentina… hemos de escuchar al barco, como si se tratara de una primera cita.
Regata Puig Vela Clàssica Barcelona
La esencia de los barcos de madera se concentra aun más cuando llega la disputa del Trofeo Puig en la regata Vela Clàssica Barcelona. Es un evento ideal para ir en busca del porqué de un barco clásico, un evento en el que la competición es una excusa para juntar los elementos de la química que une maderas, metales, textiles y personas.A bordo del Bakea con Mónica Xufre
El “Bakea”, la durante la Regata Vela Clàssica Barcelona, Trofeo Puig. Foto: Diego Yriarte.
El primer día de competición lo disfruté con mi cámara fotográfica desde una embarcación de prensa y al regresar a tierra encontré a Mónica Xufre que me invitó a navegar en su “Bakea”, un motovelero de 47 años de edad, aparejado en ketch y construido en el Astillero Antoni Viudes en Barcelona. Mónica es la única patrona que participa en la regata pero además, desde hace más de 20 años es yacht broker de barcos de madera (Infoser Nautic), de vela y de motor. También ejerció durante años como project manager de restauraciones, acumulando una basta experiencia sobre una innumerable cantidad de barcos. Así todo, ella se define como una gran conocedora de la madera y las estructuras, y considera que hay excelentes profesionales expertos en mecánica o electricidad.
Está claro que los siguientes dos días de regata abandoné la fotografía para navegar en el “Bakea” y preguntarle a Mónica sobre cuáles son los puntos más importantes que debemos revisar cuando visitamos un barco de madera por primera vez. Este primer análisis servirá para descartar de inmediato la posibilidad de amor o para regresar con una persona profesional, una suerte de “Celestina” capaz de formar relaciones, casi de pareja.
Barcos de madera: los consejos de una profesional
Diego Yriarte: ¿Cuál es tu primera recomendación para alguien que está pensando en comprar un barco de madera?Mónica Xufre: Ante todo, huya del amigo que sabe… La gente cree en muchas cosas que son falsas. Por ejemplo, lo primero que hacen es sacar el barco del agua y los barcos de madera sufren mucho en esta maniobra que, en un 90% de las veces, se puede ver de dentro lo que se encontrará fuera.
Mónica Xufre a dedicado su vida a los barcos de madera. Foto: Diego Yriarte.
Cuando entras a un barco has de dejar que te hable, no tienes que buscar tú, es como una primera cita, en la que dejas que el otro hable y te enteras. Es importante saber cuántas personas lo han tenido y cómo han sido, porque cada una aplica su buen saber y entender. Es mejor encontrarlo gastado, con heridas del paso del tiempo, pero original. Es importante sentir el barco, tocar la madera a ver si está húmeda o no; abrir un armario, tocar la ropa, la tapicería, los techos, observar. Un buen síntoma de un barco que ha tenido un buen mantenimiento es abrir el cuadro eléctrico y ver en qué estado está todo, los terminales doraditos y sin sales.
¡Mucha atención a la cubierta!
La parte más importante, y por la que muchos mueren, es por la cubierta. Sobre cubierta hay signos que nos dicen si ha filtrado agua o no. Sin necesidad de bajar al interior. Simplemente en un día de sol se moja la cubierta y se deja secar. Todos los puntos en los que tarda mucho en secar es porque ha filtrado agua. Rincones, juntas de teca, tapones de tornillos. Los tornillos de bronce, puede tener un nivel elevado de corrosión, quedan huecos y filtra agua, por lo que podemos presumir que la parte superior del bao donde está atornillado esté afectada. Esto no lo veremos fácilmente desde abajo, en tal caso es necesario identificar el sitio y pasar una galga a ver cuanto espacio hay, pero esto es intrusivo y hay que pedir permiso.No todo lo que brilla es oro
Atención con los barcos recientemente barnizados, debajo del brillo puede haber madera débil o en su interior corrosión en las varengas.Hay quien prefiere barnices brillantes y bronces pulidos. Foto: Diego Yriarte.
Los palos tienen su misterio, porque las colas que se utilizaban antes no son las de ahora y esto ha evolucionado pero no se sabe cuantos años duran. Es muy importante que el palo no esté reseco y esto lo indica el aspecto, el color. Al igual que una rama, es más fácil que se rompa si está seco. Suelen estar casi todos muy secos. Hidratar un palo de madera es muy difícil, es posible con un barniz alquídico pero quien está dispuesto a subirse al palo dos veces al año a darle, que sería lo suyo. Aunque el palo esté barnizado se seca, la humedad ambiental no es suficiente y el sol es mucho. Un palo de madera es una lotería, aunque hay que revisarlo, ver que no haya errajes corridos. Normalmente, cuando un palo de madera se rompe es porque un cable ha cedido, no por la propia madera. Puede estar afectado por carcoma.
En cambio el “Alba” prefiere maderas mate y bronces con pátina. Foto: Diego Yriarte.
Signos de humedad
Al igual que en cualquier barco hay elementos que hay que mirar de dentro y de fuera. Chequear todos los pasos de errajes y cadenotes. Muchas veces encontramos que en el interior no es posible acceder porque hay un mueble, porque está tapado por un embellecedor, etc. A veces he de suponer que otra parte estará mal.Luego pasamos a la sentina a ver las cuadernillas, si hay sobreplanos de hierro, en que estado se encuentran. Los remaches han de estar verdosillos pero sin sales alrededor.
La sentina
Una sentina con varias capas de pintura da mala sensación, suele ocurrir que te encuentres con la pintura gris, original de astillero y eso es un muy buen síntoma, pues eso quiere decir que ha habido un nivel de sequedad correcto y la pintura ha aguantado. Una pintura quebrada, que se cae, indica que ha habido humedad y luego sequedad, o cambios de temperatura muy violentos.Revisar la jarcia es clave, también lo es conseguir fieles tripulantes. Foto: Diego Yriarte.
Quilla
Llegado este punto hemos de prestar atención a los pernos de la quilla. En los barcos de madera, los pernos suelen ser de hierro o bronce y puede que la tuerca y la rosca estén muy bonitas… pero a la hora de sacar el lastre nos encontramos con que el perno no existe, se ha corroído. ¿Cómo se ha aguantado? Pues no lo sé… todo trabaja hermanado por el tiempo.Un síntoma de que la quilla trabaja cuando el barco navega es que hace agua. Hay una palanca de presión, las maderas se abren y entra agua. Lo importante es que al llegar a puerto ese agua se vaya y todo vuelva a su sitio.
Al igual que en cualquier barco hay que revisar los pasacascos y la bocina. El problema es que en un barco de madera si el pasacascos sufre corrosión pudre la madera de alrededor.
Y lo más importante de todo es que quien compre un barco de madera ha de considerar que está más cerca de una filosofía de vida que de un objeto material.