Limpiar las velas de un barco no es una tarea fácil. Si queremos sacarles el mayor partido posible, debemos conocer sus secretos y cuidados, o bien acudir a un profesional para que se encargue de hacerlo.
- Las velas de un barco necesitan una limpieza profunda de forma esporádica y otro tipo de limpieza más ligera de forma constante.
- Los tejidos de las velas tienen tendencia a acumular suciedad y moho, dos factores relacionados entre sí. Si conseguimos detener la suciedad, podremos impedir el moho.
Cuando limpiamos nuestro velero, lo hacemos porque nos gusta cuidarlo y mantenerlo en buen estado, evitando así su deterioro. Lo mismo pasa con las velas y tapicerías. Sin embargo, lo que muchos armadores no saben es que algunas de las formas más obvias de cuidar las velas de un barco, tales como lavar, cepillar y secar, pueden también acortar la vida útil de las mismas, por ejemplo, acelerando la degradación de las capas protectoras. En este artículo te enseñamos cómo llevar a cabo de forma correcta la limpieza profunda de las velas de tu barco, así como otros tipo de limpieza que requieren más constancia. No obstante, si lo prefieres, puedes olvidarte de ello y confiar en los servicios expertos de una velería para que ellos se ocupen.
5 consejos a seguir para realizar una limpieza correcta a las velas de tu barco:
- Realiza una limpieza profunda
- Endulza las velas después de navegar
- Evita la suciedad y el moho
- Protege las velas de los rayos del sol
- Contrata el servicio de una velería
1. Realiza una limpieza profunda
Lo primero que hay que hacer para disponerse a limpiar las velas de un barco en profundidad es retirarlas del mismo, incluyendo clips y aparejos. Si tu intención es lavarlas corretcamente, olvídate de hacerlo en la bañera de tu casa. A las velas no les sienta bien arrugarlas, ya que se degradan mucho más rápido que si navegaran por muchas millas con un trimado correcto. Por este motivo, se necesita una superficie amplia, así que una vez las hayamos retirado, las extenderemos en una superficie lo suficientemente amplia, plana y limpia y con fácil acceso a agua dulce.
Una vez extendidas, mojaremos las telas con agua fría y prepararemos un cubo o un barreño lleno de jabón neutro. Las fregaremos con un cepillo de cerdas blandas y, recomendablemente, de mango largo para poder llegar fácilmente a diferentes sectores de la vela con movimientos de ida y vuelta. Además, es aconsejable hacerlo en todo momento descalzo o con calzado de suela blanca, para no perjudicar la vela al movernos sobre ella para llegar a todas sus zonas.
Para eliminar las manchas más difíciles, usaremos una mezcla con una pequeña cantidad de detergente y una o dos tazas de vinagre por cada cuatro litros. Además, dejaremos en remojo la zona de la mancha con agua tibia durante una noche completa antes de cepillarla. Por otro lado, las velas laminadas, la aramida o nailon son muy sensibles al uso de lejía y no debería utilizarse ni siquiera diluida. En los casos que sí se puede utilizar, como en velas de Dyneema, siempre hemos de aclarar de forma abundante. Para las manchas de moho, óxido o grasa, se recomienda emplear un método distinto:- Para eliminar las manchas de moho, se pueden emplear líquidos que contengan una ligera disolución de cloro, siempre y cuando no se trate de velas de Kevlar o Nylon. El cloro las dañaría. En cualquier caso, deben aclararse con agua rápidamente para evitar que el cloro las dañe.
- Para limpiar las manchas de óxido, se puede usar una disolución acuosa y templada de ácido oxálico al 5%, disolviendo unos 45 gramos de sales por litro de agua caliente y usaremos un cepillo de filamentos suaves para evitar dañar la superficie.
- Para deshacer las manchas de grasa, es recomendable usar pastas de jabón, ya que los disolventes como el toleno o el tetra-cloruro de cabrono podrían incrustrar aún más la macha en cuestión.
Una vez, hayamos aclarado bien las velas retirando el jabón y todo el material empleado, las extenderemos en un lugar que no les dé el sol, es decir, un lugar con sombra. Obviamente, este espacio también tendrá que ser amplio para evitar doblarlas y arrugarlas.
Para limpiar a fondo las velas de tu barco, primero debes retirarlas y después estirarlas en un espacio amplio y con fácil acceso a agua dulce.
2. Endulza las velas después de navegar
Además de realizar una limpieza total de las velas de tu barco cuando ya están sucias, existen otras medidas a seguir de forma más constante precisamente para evitar que se ensucien y, por ende, para no tener que realizar esta limpieza a fondo tan a menudo. Estas acciones tienen que ver más con el día a día en el barco y son muy importantes para alargar su vida útil.
Cuando las velas de nuestro barco se mojan con agua salada, posteriormente debemos endulzarlas para retirar los restos de salitre ya que, a pesar de no afectar directamente en las propiedades de la vela, la acumulación de cristales de sal sí acaban abrasando el tejido y, por ende, deteriorándolo. Además, la sal provoca que las velas tarden más en secarse o que estén constantemente húmedas. Por lo tanto, una vez regresemos a puerto después de la navegación, es recomendable mojar las velas con agua dulce, por ejemplo, con una manguera, e ir retirando la sal después de cada uso en lugar de dejar que se vaya acumulando con el tiempo.3. Evita la suciedad y el moho
Los tejidos de las velas, sea cual sea su material, acostumbran a acumular suciedad y moho. No siempre nos damos cuenta hasta qué punto estos dos factores están relacionados. Es cierto que la humedad provoca que las esporas de moho se multipliquen. No obstante, muchos tipos de moho provienen precisamente de la suciedad que se deposita inicialmente en la vela en forma de polvo, antes de acumularse y formar una capa de suciedad.
Por lo tanto, si podemos detener la acumulación de suciedad, también impediremos que se forme el moho, incluso en las épocas y regiones más cálidas y húmedas. Así que el lavado de las velas es fundamental; pero al lavarlas, las capas protectoras se van desgastando y debemos reaplicar los tratamientos recomendados para cada tipo de vela. Por ejemplo, el acabado que repele el agua nos permite proteger las velas por más tiempo ya que el agua desliza y forma perlas que llevan la suciedad a su paso, en vez de ser absorbida por el tejido. Impedir que el tejido absorba fácilmente la humedad negará a los microorganismos el hábitat de que necesitan para multiplicarse fácilmente, lo que retarda el deterioro de la fibras. Cabe destacar que este mismo principio también se aplica a otros accesorios de la cubierta tales como fundas, toldos y biminis.
Debemos tener en cuenta que el tejido de Dacron está impregnado y también recubierto con resinas que le permiten mantener la forma y reducir el estiramiento a medida que aumenta la intensidad del viento. Después de la limpieza, es posible sustituir parte de esta protección, lo que ayudará a restaurar algunas de sus características originales.
Muchas de las velas laminadas, cómo las de Kevlar, son propensas a desarrollar hongos entre las capas. En este caso puede ser más difícil prevenir el moho o quitarlo ya que penetra entre el laminado. La buena noticia es que se trata principalmente de un problema cosmético que no tiene impacto en el rendimiento de la vela ni en la integridad del tejido.
Los profesionales conocen las particularidades de cada tipo de tejido y saben identificar si ha llegado el momento de reimpregnar las velas con nuevos aprestos para que sigan protegidas contra el moho, salitre, rayos UV, etc.
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La humedad a bordo
Ósmosis en barcos: identificación y solución4. Protege las velas de los rayos del sol
Los rayos UV también son dañinos para las velas. Durante la navegación, es inevitable que queden expuestas, pero una vez llegamos a puerto, debemos guardarlas bien para que estén bien protegidas y que no les dé el sol durante el tiempo que no naveguemos. Para ello, es recomendable usar una funda que cubra las velas con eficiencia y revisar la protección de baluma y pujamen en las velas de enrrollar. Incluso, si no vamos a navegar por un período externo, es aconsejable sacar directamente las velas del barco.
Los rayos UV también son dañinos para las velas. Una vez llegamos a puerto, hay que protegerlas del sol.
5. Contrata el servicio de una velería
Las velerías tienen espacio suficiente para lavar todo tipo de velas sin necesidad de doblarlas, colgándolas para que se sequen a la sombra y sin formar pliegues.
Quizás la mayor desventaja de limpiar y tratar las velas profesionalmente sea el coste, ya que se trata de un tipo de mantenimiento que debemos hacer cada año. Por lo tanto la gran cuestión es si merece la pena. Cabe señalar que los resultados pueden ser impresionantes incluso en velas muy sucias, con mucho moho y manchas de óxido. Así que suponiendo que el tejido está en buenas condiciones, en el caso de las velas muy sucias, con algunos años pero poco uso, no hay duda que limpiarlas y tratarlas profesionalmente merece la pena. Lo mismo para toldos, biminis, colchonetas y otros accesorios de tela.
La respuesta a la pregunta sobre si este tipo de servicio merece la pena inevitablemente dependerá de la preferencia y presupuesto de cada armador. Por un lado, hay un gran número de personas para las que el aspecto general del barco es muy importante y motivo de orgullo pero que navegan poco a lo largo de la temporada. Estos armadores esperan que un juego de velas de crucero les dure una o dos décadas, por lo que no hay duda que vale la pena gastar algún dinero en mantenerlas en buen estado y prolongar su vida útil.
Sin embargo, para los que navegan muchas millas es probable que no les importe ignorar el aspecto de las velas cuando se están acercando al final de su vida. Dado que para la mayoría de los armadores el barco supone una inversión de largo plazo, si sabemos que a nuestras velas ya solo les queda un par de temporadas, tiene sentido aceptar que ya no luzcan tan bien y guardar el presupuesto para un juego de velas nuevo en vez de gastarlo en una limpieza profesional.
Las velerías tienen espacio y experiencia para cuidar las velas de la major forma. Foto: La Velería.
Examina las velas
Limpiar y tratar las velas son sólo algunos de los servicios que podemos contratar en una velería. Es recomendable que de vez en cuando dejemos que un profesional las examine para detectar daños que a lo mejor a nosotros nos pasarían desapercibidos, principalmente en las costuras; solucionar rápidamente estos problemas evita que se vuelvan más graves y costosos.
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