Son muchos los lugares en los que se puede guardar un barco: en un puerto municipal, puerto privado, marina seca, garaje… Escoger una opción u otra depende, en parte, del tamaño y el uso que vayamos a darle a la embarcación.
El tamaño de un barco es importante para decidir dónde guardarlo. Por ejemplo, si es pequeño y puede transportarse fácilmente con un remolque, tendremos más opciones. En cambio, si la embarcación supera los 8 metros, el transporte será más complicado y, por lo tanto, la mejor elección será un amarre en el agua. El problema de los amarres es que escasean en el mercado y encontrar uno no suele ser una tarea fácil. En el caso de estar buscando un barco de ocasión, existe la posibilidad de que nos lo vendan con el amarre incluido, pero si se trata de un barco nuevo, tendremos que buscar un nuevo amarre.
Marinas secas
Las marinas secas son un conjunto de instalaciones náuticas en las que se almacenan barcos de pequeña eslora en tierra y donde se ofrecen los servicios propios de una instalación marítima. Se trata de un sistema de almacenamiento muy difundido y desarrollado en otros países. Por ejemplo, hay marinas secas en las que el cliente entra al puerto con una tarjeta magnética y, en el tiempo en el que tarda en aparcar el coche y dirigirse hacia el muelle, un robot se ha encargado de ir a buscar su embarcación y trasladarla hasta el muelle. Sin embargo y a pesar de que el mercado español de la náutica deportiva y de recreo tiene su mayor desarrollo en las esloras de hasta 8 metros, el país cuenta con pocas marinas secas. No obstante, sí contamos con algunos sistemas similares, en los que es suficiente hacer una llamada para que nos otorguen un horario concreto en el que la embarcación estará esperando en el agua. En estos casos, en los meses de verano y sobretodo agosto, la espera suele ser un poco más larga.
Muchas de las marinas secas de España se dedican también a la reparación, mantenimiento e invernaje de embarcaciones, pero en el caso de un barco de más de 8 metros de eslora no siempre cabe la posibilidad de botarlo y vararlo cada fin de semana. Las marinas secas con servicios más completos pueden incluir los siguientes servicios: la guardería a cubierto en literas, máquinas de varada, (travel, toro, carretillas, etc.), talleres de reparación, motores y pintura, e incluso combustible, ITB, clases de náutica.
En algunos casos, estas empresas tienen paquetes que ofrecen el invernaje de la embarcación durante ocho meses y la posibilidad de disfrutar gratis de la temporada (cuatro meses). Estas ofertas suelen ser temporales así que no siempre podemos contar con ellas, pero es una solución a tener en cuenta si navegamos solo en verano.
Remolque
El remolque facilita mucho el almacenamiento de las embarcaciones de pequeñas esloras. En estos casos, un buen lugar donde guardarlas es en un garaje espacioso aunque en España, a diferencia de otros países, no suelen haber muchas rampas de varada. Además, usar un remolque ofrece una amplia opción de lugares distintos donde poder navegar: mar, lago, río, etc., pero hay que tener paciencia, ya que no se puede salir a navegar al instante, sino que primero se tiene que transportar el barco hasta el lugar que elijamos y ponerlo en el agua. Si el barco no cabe en nuestro garaje, otra buena opción para guardarla sería en un parking de caravanas. Algunos de los que están ubicados cerca de la costa acostumbran a aceptar también embarcaciones de pequeña eslora.
Tener el barco en seco es también una muy buena opción en cuanto al mantenimiento, ya que la obra viva se mantiene libre de incrustaciones y los sensores y pasacascos limpios. Además, si está bajo techo, quedará protegido de la acción del sol y la agresividad del medio marino. Pero la maniobrabilidad sigue siendo un límite para la eslora. Si superamos el tamaño de una lancha o neumática, se necesita un vehículo capaz y preparado para realizar remolques y una buena dosis de práctica en la conducción y maniobra. Por otra parte, es más sencillo guardar y transportar una embarcación con motor fueraborda que un velero, ante la obligación de arbolarlo y desarbolarlo para su uso y transporte.
El remolque de embarcaciones ofrece una amplia opción de lugares distintos donde poder navegar: mar, lago, río, etc.
Maniobrar el remolque
Con el permiso de conducir B, puedes llevar remolques ligeros (de hasta 750 kg MMA), y no ligeros (de más de 750 kg MMA) si la suma de las MMA de ambos no excede los 3.500 kg. La MMA (Masa Máxima Autorizada) de un conjunto de vehículos es la suma de las MMA del vehículo tractor y la MMA del remolque. Aunque sea legal, no quiere decir que sea seguro y es importante, si no tienes experiencia, empezar practicando en un lugar abierto sin obstáculos y buena visibilidad. Si tienes un amigo que tenga coche, remolque y barco, puedes practicar con él primero. Al principio lo más sensato es hacer viajes cortos y no ser demasiado aventurero. Ya irás ganando experiencia.
Puertos deportivos, marinas y clubs náuticos
Tener el barco amarrado en puerto tiene otro tipo de ventajas, pero también supone más gastos. Para empezar hay que tener claro que cada puerto es diferente. En primer lugar, es bueno saber que todos los puertos deportivos españoles son del Estado y pueden ser gestionados directa o indirectamente. En el caso de la gestión directa, suelen ser más económicos pero pueden tener una menor oferta de servicios. La gestión indirecta es mediante una concesión de 30 años de duración otorgada por el estado.
Las instalaciones náuticas especialmente desarrolladas para ofrecer servicio de atraque a embarcaciones y buques de recreo se denominan puertos deportivos, puertos de recreo o marinas. Por lo general se le llama Marina a los puertos de gestión indirecta cuya concesión está gestionada por una entidad mercantil, es decir, con una visión de negocio, con ánimo de lucro. En cambio la denominación de Club Náutico la llevan los puertos, o una parte de un puerto de mayor tamaño, también entregada en gestión indirecta por título concesional pero gestionadas por entidades sin ánimo de lucro. En realidad es difícil decidir cuál tiene mejor servicio, es una cuestión de gustos, si bien hay quien prefiere etiquetar a las marinas como un negocio y a los clubes náuticos como un enclave elitista.
Los puertos deportivos, puertos de recreo o marinas ofrecen servicios náuticos diversos.
Cabe mencionar que los clubes náuticos suelen tener una función social para sus asociados, con actividades de carácter lúdico, cultural, organización de regatas, cursos u otras actividades paralelas o complementarias a la navegación.
Ambiente y servicios náuticos en puertos, marinas y clubes
Muchos armadores no acuden al puerto, marina o club para salir a navegar, sino que lo hacen simplemente para desconectar, descansar y relajarse, por ejemplo, durmiendo una siesta en la embarcación. Es muy común también acudir para realizar tareas de mantenimiento y reunirse con amistades. De hecho, suelen haber espacios especiales para los socios, por ejemplo, un bar en el que se reúnen los amantes de la náutica, se comparten experiencias y se cuentan todo tipo de historias relacionadas con la navegación.
Por lo general, en los clubes náuticos suele haber una gran solidaridad entre las personas asociadas. Por otra parte, los clubes náuticos suelen ser el semillero de las actividades de la náutica de base, escuelas de vela infantil, de vela ligera y muchas veces el soporte económico de los primeros pasos de una carrera deportiva y hasta de una campaña olímpica.
El abanico de opciones es muy amplio, principalmente por el carácter social que implica la práctica de la náutica de recreo o deportiva. Si estás pensando comprar tu primer barco, lo primero obviamente y quizás el paso más importante es pensar qué uso le vas a dar a la embarcación y cuál será tu relación con el mundo de la náutica. Una elección incorrecta podría representar la pérdida de entusiasmo hacia una actividad que, más allá del principio de Arquímedes, puede significar un entorno social del que vas a disfrutar tanto tú como tu familia y quizás, durante varias generaciones.
Amarres
Considerando que un amarre es una concesión por un período de tiempo determinado y siempre inferior a treinta años, es muy importante buscar el asesoramiento adecuado a la hora de decidir la compra. De hecho, lo más habitual es alquilarlo y el precio dependerá del tamaño de la superficie ocupada en relación a la manga y la eslora.
Un amarre es una concesión por un período de tiempo determinado inferior a treinta años.
Ventajas de tener un amarre
El puerto puede ser el lugar de aprovisionamiento de combustible, descarga de aguas grises y negras, conexión a internet, abastecimiento de comida y bebida o directamente un buen restaurante. También encontraremos los suministros marinos y profesionales para realizar reparaciones y mantenimiento, un espacio de varada para el mantenimiento anual o para la limpieza y revisión de la obra viva.
Sin lugar a dudas, llegar al barco soltar amarras y salir a navegar supone muchas comodidades, y más si tenemos una embarcación de vela de más de 8 metros de eslora cuyo mástil queda montado de forma continua. Es lo más recomendable si el presupuesto alcanza y si el barco se utiliza durante todo el año.
Desventajas de tener un amarre
Evidentemente, tener un amarre en el agua implica un incremento en los gastos en relación a una marina seca, sin olvidar que cabe la posibilidad de tener un barco en marina seca perteneciente a un club o marina. En principio, hay un gasto de electricidad que nos será útil para mantener la carga de las baterías para poder tener una bomba de achique en automático. Los puertos tienen gastos de mantenimiento muy elevados y la necesidad de tener personal de seguridad que controla la entrada y salida de personas y vehículos, videovigilancia y personal de marinería las 24 horas. En caso de temporal, son estas las que revisan que las embarcaciones estén correctamente amarradas para que no se golpeen, etc. En los puertos también se ofrecen servicios especiales de mantenimiento y revisión. Por otra parte, está el gasto de mantenimiento de la obra viva, varada limpieza de fondo, pintura, o el de amarras, fundas, defensas, etc.