Exceptuando las embarcaciones a vela ligera pequeñas y los barcos a remo, prácticamente el resto de las embarcaciones están equipadas con motor. En este artículo hablamos sobre los distintos motores que existen según tipo de barco y uso.
- Los dos principales tipos de motor que existen en el mercado son los intraborda y los fueraborda.
- Otra distinción entre motores que cada vez es más frecuente en la náutica es la de motores a explosión y los motores eléctricos.
La evolución de los motores de barcos
Lo cierto es que el motor forma parte del mundo del mar desde principios del siglo XIX y su inclusión significó el avance más importante. No solo fue un avance para las embarcaciones, también para el transporte y comercio, que ya no dependería de los caprichos del viento facilitando así los calendarios de fechas de entrega de las mercaderías.
Los primeros motores térmicos en embarcaciones se ensayaron hacia finales del siglo XVIII y eran de combustión externa, también denominados máquina de vapor. Su accionamiento radica en la fuerza expansiva del vapor de agua para mover un émbolo que, mediante una parte mecánica se transmite a la rotación de un eje.
Un siglo después se instalaron los primeros motores de combustión interna, en este caso, motores diesel. Pero en la náutica deportiva también se utilizaron los motores internos de gasolina, principalmente para barcos “rápidos”. El elevado consumo y el elevado riesgo de explosión debido a la acumulación de gases fueron relegando su uso hacia los motores fueraborda. En la actualidad, prácticamente sólo en EE.UU. se continúan utilizando motores internos de gasolina.
Hoy en día los motores internos diesel han evolucionado enormemente en cuanto a fiabilidad, consumo, bajas emisiones y bajas vibraciones. Más aún han evolucionado los sistemas de transmisión acentuando las mejoras anteriormente mencionadas.
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Motores fueraborda
Los motores fueraborda cuentan con la particularidad de estar “colgados” o fijos en la parte exterior del espejo de la embarcación, permitiendo su propulsión y también la dirección. Suelen ser motores de explosión de dos o cuatro tiempos, de gasolina, aunque también los hay diesel (y, por supuesto y esperemos que cada vez más, eléctricos que actualmente son los más amigables con el medioambiente).
El mayor desarrollo de embarcaciones en el mercado español se centra en las esloras pequeñas y, en este segmento, el dominio absoluto lo tienen los motores fueraborda. En la actualidad, existen motores de explosión desde apenas 1 hp, hasta más de 600 hp turboalimentado, y embarcaciones de más de 15 metros de eslora aptas para colgar de su espejo tres, cuatro o cinco motores capaces de sumar más de 2.000 hp de potencia.
Ventajas de los motores fueraborda
La versatilidad de este tipo de motor a explosión es muy amplia y es que presentan muchas ventajas: cuenta con una gran facilidad de instalación, necesita menos elementos, por ejemplo, el mismo motor actúa como sistema de dirección y no es necesario un sistema aparte como el timón. Lo mismo ocurre con los flaps, que no son necesarios debido a la posibilidad que ofrece el trim, de modificar el ángulo del motor para cambiar el asiento de la embarcación y optimizar su potencia, lo cual también implica una reducción del consumo de combustible. El poder elevar el motor también permite reducir el calado para aproximarse a una playa, algo que es imposible y hasta arriesgado con los sistemas de transmisión “Z” o de línea de ejes.
Los defensores del fueraborda utilizan otras razones muy valederas, teniendo en cuenta que las embarcaciones concebidas desde cero para dicha propulsión consideran el tener peso colgando de popa y hemos de tener en cuenta que un motor de 100 hp pesa más de 150 kg. Al estar instalados en el exterior, permiten ganar espacio interior, el mantenimiento es sencillo porque está al alcance y la parte sumergida se mantiene más limpia precisamente por la posibilidad de levantar el motor cuando no se utiliza.
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Las embarcaciones de esloras pequeñas acostumbran a llevar motores fueraborda.
Fueraborda, pero diesel
También existen los motores fueraborda diesel, algunos muy potentes, de hasta 300 hp. No son precisamente una novedad, porque existen desde hace más de 30 años, pero han vuelto a ser actuales gracias a una normativa de transporte de combustibles, vigente principalmente para embarcaciones de grandes esloras y militares. Su desventaja, por el momento, es su capacidad de aceleración; aunque, existen modelos nuevos sobre bases de motores de dos tiempos que ofrecen una excelente respuesta. Lo cierto es que su gran ventaja radica en el bajo consumo pero también en su elevado Par Motor que le permite una capacidad de arrastre muy superior a los motores de gasolina por lo que son muy apreciados para embarcaciones de trabajo.
Los motores fueraborda son cada vez más seguros, fiables y duraderos, pero los diesel, al tener un régimen de revoluciones muy inferior, suelen durar más y el combustible es, sin lugar a dudas, menos volátil que la gasolina.
Motores intraborda
Los motores intraborda acostumbran a usarse en embarcaciones superiores a los ocho metros de eslora. Cuentan con un cuadro de contacto con relojes y llave, (ubicados normalmente en un lateral de la bañera), y una palanca de adelante-atrás. Se encienden con una llave o con un botón y antes de salir a navegar es preciso comprobar el nivel del aceite, la tensión de la correa del alternador, el nivel de combustible y también que el grifo de fondo de agua para el motor esté abierto.
Ventajas de los motores intraborda
Este tipo de motores también tienen sus ventajas, tales como un menor consumo y una mayor durabilidad de los mismos: un motor de aproximadamente 350 hp diesel intraborda consume aproximadamente 80 litros a la hora, mientras que un fueraborda de aproximadamente la misma potencia supera los 120 litros. También representan una ventaja a la forma de navegar ya que, al estar instalados en la parte baja del caso y en un punto de gravedad más bajo, su peso contribuye a una mayor estabilidad de la embarcación. A la vez, esto hace que la hélice se encuentre a más profundidad, así que hay una menor probabilidad de que se vea afectada por la cavitación. Además, este tipo de motores acostumbran a ser diesel (los fueraborda casi siempre son gasolina) y ello evita los peligros inherentes de la gasolina.
En cuanto al exterior del barco, este tipo de motores no estropean el aspecto del mismo ya que no son visibles. Además, el espacio exterior que puede ofrecer una embarcación intraborda es muy amplio, ya que el motor está en el interior, lo cual se traduce en una mayor popa. Esto hace también que el baño sea mucho más fácil y cómodo, ya que no habrá ningún motor que nos moleste al bajar y subir de la escalera, etc. La tranquilidad y seguridad también están aseguradas ya que, a diferencia de un motor fueraborda, no es necesario apagar el motor para tirarse al agua tranquilamente, ni estar al tanto de la hélice que, con un motor fueraborda, está muy próxima a la zona en la que se reducen los accidentes.
Las embarcaciones de esloras superiores a los ocho metros acostumbran a llevar motores intraborda.
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Motores eléctricos
Indudablemente, la náutica deportiva ha de dar un gran paso hacia la sostenibilidad. Es imprescindible que las embarcaciones de recreo dejen de utilizar combustible fósil, más allá de si se acaba o no, por el mero respeto al medio marino y su importancia para la vida del planeta. Como personas de mar y apasionados por esta actividad, no podemos seguir con los ojos cerrados o mirando hacia otro lado cada vez que vemos una mancha oleosa sobre la superficie del agua.
En este aspecto, hace muchos años que tanto los motores eléctricos como la regeneración de energía mantienen una continua evolución tecnológica y aún está muy lejos de equipararse con los motores de explosión, pero al menos es una evolución irreversible. Son muchos los detractores y muchos los escollos que ha de superar esta tecnología, pero de momento es lo mejor que tenemos. Es cierto que aún no se sabe a ciencia cierta qué ocurre si una de estas baterías cae al agua o si contamina más el combustible de un motor o la central eléctrica que produce la energía para la recarga de una batería. Lo cierto es que una embarcación de vela produce zero contaminación, por lo menos en el agua, y hasta puede regenerar su propia energía. También es cierto que, desde hace años, varias embarcaciones de vela de competición han dado la vuelta al mundo sin consumir ningún combustible sólido.
El problema radica en las embarcaciones de motor y la autonomía de las baterías. Si bien, existen excelentes avances en motores híbridos que a personas conscientes de la necesidad de proteger el medioambiente le permiten navegar en motoras sumamente cómodas a una velocidad de 8 nudos con emisiones 0. Hasta existen megayates con motores híbridos y posiblemente este sea el camino más próximo.
Ventajas de los motores eléctricos
Los motores eléctricos presentan muchas ventajas, tales como la sostenibilidad, el peso y el tamaño que, aun considerando el peso de las baterías, es menor y el conjunto ocupa menos espacio que un motor de combustión. También pueden operar como generadores de energía en el caso de navegar a vela, convierten la energía mecánica en eléctrica. El silencio es otra de las virtudes que apreciarán los navegantes, principalmente los pescadores o quienes acostumbran a navegar a vela que, llegado el momento de encender el motor es un martirio que acaba con el silencio.
Además del silencio, son de agradecer las muy bajas vibraciones, la limpieza y la facilidad. Los motores eléctricos son limpios también para su mantenimiento y la cámara de motor se mantiene mucho más fácil y sin gases contaminantes. Los motores de inducción son muy eficientes y de muy bajo mantenimiento.
Las ventajas de los barcos eléctricos, en comparación con los convencionales, son múltiples.
Futuro de los motores eléctricos
Hace más de una década que las embarcaciones de pequeña eslora o auxiliares cuentan con la posibilidad de equipar motores eléctricos cada vez más eficientes y cuyas baterías ofrecen una mayor durabilidad. Principalmente, para la navegación interior: cada vez son más los lagos que prohíben la navegación con motores de combustibles fósiles y el eléctrico se convierte en la mejor opción.
Poco a poco, los motores eléctricos continúan evolucionando. En los últimos años la evolución ha sido exponencial y la potencia y autonomía irá creciendo. Para el año próximo, en el primer cuarto del 2021, veremos un gran cambio, con motores fueraborda de hasta 150 CV con vistas de aumentar a 200 y 300 CV debido a que el turismo de expedición en los mares del norte genera importantes dividendos y sus promotores son conscientes de la necesidad de un cambio. Esperemos que ese empuje y ese ejemplo lleguen cada vez a más marcas y que pronto podamos erradicar los hidrocarburos en las embarcaciones, al menos en las de uso lúdico.
Por cierto, un megayate de aproximadamente 50 metros de eslora, un tamaño medio, puede tener un depósito de combustible de aproximadamente 90.000 litros de diésel… ¿Quieres hacer la cuenta?
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