Los barcos sostenibles y respetuosos con el medio ambiente ya no son un exclusivo de patrones excéntricos o con inclinaciones hippies. El diseño de barcos con preocupaciones ecológicas ha crecido y se ha incorporado a la normalidad.
En sus inicios la ecología fue vista por los sectores más conservadores de la sociedad y de la política como una moda pasajera. Estaba asociado a algunas de las ideas que definieron los años 70, influenciadas por el movimiento Hippy y por un rechazo a los excesos del desarrollo industrial. Pero gracias a los innúmeros estudios medioambientales que fueron validando muchas de las preocupaciones de los ecologistas, como el cambio climático y la necesidad de encontrar alternativas a los combustibles fósiles, hubo una toma de conciencia general. El respeto por nuestro planeta y por el medio ambiente dejaron de ser una preocupación de pocos para ganar peso en el cotidiano de todos y en la agenda política global.
Un histórico crucero eléctrico de Elco, mucho antes de que las preocupaciones ambientales se extendieran.
Pero más preocupaciones medioambientales no significaron cambios inmediatos en las industrias más contaminantes. De hecho, en los EE. UU. los constructores tanto de automóviles como de barcos y motores pocas veces se molestaron con temas como la eficiencia energética y las lanchas a motor devoradoras de gasóleo continuaron siendo la norma, producidas y vendidas a un ritmo muy intenso. Europa, que fue más golpeada por las crisis petrolíferas de los 70 y 80, tuvo que apretar un poco más el cinturón del combustible pero aún así las mejoras en eficiencia energética fueron lentas. No hay duda que aparecieron algunas novedades con propulsión eléctrica, como los Elco, que conquistaron titanes de la industria como H.J. Heinz y Charles Lindburgh, pero nadie los definía como barcos “ecológicos” porque faltaba aún mucho para que el término se pusiera de moda.
Avancemos rápidamente hasta los días de hoy y nos damos cuenta de cómo todo se ha puesto patas arriba. Bueno, quizás no todo – ya que los cascos siguen en el agua, pero es indiscutible que los consumidores de ahora tienen determinadas expectativas en relación a la eficiencia energética de los vehículos a motor, y los barcos no escapan a estas exigencias de racionalización de recursos. Si pensamos que al final un megayate puede consumir más de 1000 litros de diesel a la hora, un pequeño ahorro de 5%, 10% o 15% en la factura del combustible se vuelve grande al final del año, principalmente para las empresas de chárter. O sea, aunque no preocupe la contaminación, por los menos la racionalización de recursos siempre tiene que estar en las prioridades de cualquier empresa, productora o consumidora.
Novedades ‘verdes’ en los salones náuticos
Durante la época de los salones náuticos de 2015 hemos visto cómo muchos barcos, desde los cruceros familiares a grandes yates, se anunciaron como híbridos, verdes o totalmente eco-increíbles. Particularmente en los salones de Europa, de Southampton a Cannes, pasando por Barcelona y Mónaco hemos visto una gran cantidad de palabras que no son más que la forma como los departamentos de marketing traducen las innovadoras respuestas de los diseñadores a los desafíos de la eficiencia energética.
En el Salón Náutico de Mónaco tuvimos la oportunidad de asistir al lanzamiento del enorme Acquaintance de Oceanco/Vitruvius, un yate de 344 pies. ¿Cuál fue la primera característica a la que el constructor hizo referencia en su material promocional? En otros tiempos seguro que sería o el helipuerto comercial o el ascensor de cristal con detalles en pan de oro, pero en cambio se ha dado relieve a sus credenciales verdes confirmadas por una declaración en primera persona del famoso diseñador de yates Philippe Briand en la que afirma que su consumo de combustible es 20% más eficiente que otros superyates del mismo tamaño.
Superyate Acquaintance (344 pies) de Oceanco/Vitruvius.
También en Mónaco, Wider Yachts nos desveló su primer megayate, el Wider 150. ¿Cómo empezaba el comunicado de prensa? “Propulsión diesel-eléctrica altamente eficiente”, para lograr, entre otras cosas, una eficiencia de combustible mejor.
El primer megayate Wider 150 estará listo para entrega muy pronto.
Pero Mónaco sirvió para más anuncios de proyectos verdes. Mark Cavendish, el director de marketing y ventas de Heesen Yachts, pronunció un discurso sobre el nuevo Project Nova, un yate de 163 pies de propulsión híbrida, explicando a los presentes que su diseño es ultra eficiente al “reducir considerablemente el consumo de combustible. Lo repito – reducir considerablemente el consumo de combustible.”
La propulsión híbrida del Project Nova de Heesen Yachts reduce el consumo de combustible.
Todo esto surgió pocas semanas después del Salón Náutico de Cannes donde Arcadia Yachts se aseguró de que los visitantes y la prensa se dieran cuenta de que es un “astillero italiano innovador, único y amigo del ambiente” incluso antes de mencionar el nombre de su nuevo modelo, el Sherpa de 55 pies.
Los paneles solares son estándar en los yates Arcadia 55 Sherpa.
Aunque los nuevos modelos expuestos en el Salón Náutico de Fort Lauderdale no sigan aún la misma tendencia, ya que los norteamericanos todavía no ven el bajo consumo como una prioridad ), es de esperar que muy pronto empecemos a ver este esfuerzo en diseño ecológico cruzar el Atlántico y inaugurar una nueva era en la náutica de recreo en EE. UU., particularmente después de la Cumbre del Clima de Paris, de la que se salió un compromiso de las potencias industriales en relación al control de emisiones.
Así que el mensaje verde no estuvo totalmente ausente en Fort Lauderdale, y lo pudimos ver ya en algunos stands, más concretamente en el de Greenline, donde se promocionó su nuevo modelo insignia de 48 de pies como nada menos que “la próxima innovación verde”.
El Greenline 48 se comercializa como un “Hibrido NextGen”.
Es una declaración y tanto, teniendo en cuenta lo que los constructores están ofreciendo en todo el abanico de esloras. Teniendo en cuenta todo este progreso, me pregunto cómo serán los barcos ecológicos de los próximos 40 años y cómo será la náutica de recreo del futuro para que podamos seguir disfrutando de lo mejor de nuestro planeta de forma responsable.