Más vale prevenir: antes de zarpar debemos hacer una serie de comprobaciones en nuestro barco para evitar riesgos previsibles.
La prevención es un elemento fundamental a la hora de evitar situaciones de peligro en la mar y antes de iniciar cualquier singladura, por muy corta que sea. Es muy importante para los profesionales de la mar, pero los que se acercan a la náutica de recreo durante las vacaciones deben tener especial cuidado ya que la idea es disfrutar del barco y de la navegación y no correr riesgos. Nunca se debe olvidar que tomar una serie de sencillas precauciones antes de zarpar puede evitarnos situaciones indeseadas. ¿Qué debemos hacer antes de zarpar para evitar problemas?
Antes de emprender la singladura, todo el material de seguridad debe estar revisado, con su documentación en regla y ubicado en el lugar más idóneo. Foto: Jordi Maseras.
En tierra
Mantener y revisar cuidadosamente nuestra embarcación utilizando una lista de comprobación o “check list”.
- Prestar especial atención a los siguientes elementos:
- Nivel de carburante
- Funcionamiento del motor (verificando niveles de agua de refrigeración y aceite)
- Nivel de agua dulce de los depósitos
- Sistema eléctrico (sin olvidar de chequear las luces de navegación)
- Equipos electrónicos de navegación
- Equipos de comunicaciones
- Estado de todo el conjunto de fondeo
- Sistemas de seguridad de a bordo
Este último punto ha de ser revisado con especial esmero. Todos los equipos que figuren en el certificado de navegabilidad, adecuados a nuestra zona de navegación, tienen que estar en perfecto estado: las bengalas, cohetes y señales fumígenas no tienen que estar caducadas, la balsa salvavidas tiene que haber pasado su revisión anual así como los extintores. Éstos últimos, si durante el invierno han estado estibados en un lugar seco, deberán situarse en su lugar habitual. Los chalecos salvavidas y los arneses de seguridad tienen que estar bien estibados, y localizables fácilmente por toda la tripulación. El patrón es el responsable que la tripulación sepa donde se encuentra el material de seguridad y que todos sepan utilizarlo correctamente. Si nuestra embarcación es un velero, no olvidaremos tener bien estibada la caña de respeto y haberla conectado al menos una vez aunque solo sea en puerto.
Tomaremos el debido tiempo en estibar todos los pertrechos y material que queramos embarcar sin olvidar que los cabos de respeto, extintores y demás material de seguridad deben quedar a primera vista en los cofres y siempre a mano. Foto: Jordi Maseras.
Nos informaremos lo más ampliamente posible de las previsiones meteorológicas para la zona donde pretendamos navegar, evitando la salida en caso de aviso de mal tiempo o mala visibilidad. El Instituto Nacional de Meteorología (INM), las Estaciones Radiocosteras de Telefonía y los Centros de Salvamento Marítimo difunden Boletines Meteorológicos de forma permanente. Es conveniente consultarlos a través del teléfono, de las emisoras de radio, o bien informándonos en nuestro puerto de atraque o Club Náutico.
Por muy bien educadas que estén nuestras mascotas, no olvidemos que a bordo tienen que ir siempre con arnés, aunque tengamos muy buen tiempo. Foto: Jordi Maseras.
Los Boletines Meteorológicos para las zonas costeras y alta mar se emiten por todas las estaciones costeras de Onda Media y VHF por las frecuencias de trabajo de cada estación, previo anuncio en la frecuencia de 2.182 Khz y en el canal 16 respectivamente. En el siguiente cuadro se detallan horarios, canales de trabajo de cada estación y las zonas costeras atendidas.
Programación de boletines
También es de vital importancia dejar información en tierra de nuestros planes de navegación y de las características de nuestra embarcación en la Capitanía Marítima, o en nuestro Club Náutico, a familiares y amigos. A esta información añadiremos también la lista de personas que nos acompañan. Si tenemos problemas durante nuestra navegación, esta información será de vital importancia para ayudar a nuestra localización. No debemos alterar este plan de navegación salvo en caso de fuerza mayor.
No olvidemos que en la mesa de cartas no deben faltar además de las cartas náuticas, derroteros y libro de faros, toda la información posible sobre la zona en la que pretendemos navegar (mapas de carreteras, información general sobre las poblaciones en las que podemos recalar, guías turísticas, etc.) toda esta información nos puede ser muy útil a la hora de necesitar algún servicio o simplemente si queremos disfrutar de algunas horas en tierra porque el mal tiempo nos aconseja a esperar que pase un chubasco.
Comprobaciones de última hora
Comprobar el buen funcionamiento de la electrónica. La radio ha de operar correctamente y, una llamada a la Capitanía o al Club Náutico antes de salir nos indicará su buen funcionamiento.
La toma de agua del circuito de refrigeración del motor tiene que estar abierta y nada más arrancar el motor nos aseguraremos de que sale agua por el tubo de escape.
Es imprescindible llevar a bordo recambios de rodetes de refrigeración, correas y filtros que podremos cambiar sin problemas ante una eventual avería que nos puede estropear nuestra singladura. Esta prevención nos puede ahorrar mucho tiempo y dinero. Foto: Jordi Maseras.
Una vez arrancado el motor ninguna alarma ha de funcionar. Es muy importante comprobar que el alternador está cargando las baterías, tanto las de servicios como la de arranque del motor.
El molinete de anclas tiene que estar en buen estado y el ancla lista para fondear. Una parada del motor cerca de la costa se puede solventar con un rápido fondeo hasta que podamos solucionar el problema.
Recordemos reservar con antelación la plaza de amarre de los puertos en los que tengamos previsto recalar, la saturación de amarres en temporada alta nos puede llevar a buscar un fondeadero que, con mal tiempo, puede llegar a ser muy incómodo. Foto: Jordi Maseras.
Si la travesía es hasta un puerto diferente de nuestro puerto base, nos aseguraremos de que disponen de amarres y, en temporada alta de verano, buscaremos previamente puertos alternativos o fondeaderos bien resguardados.
Y, finalmente, no olvidemos llevar a bordo toda la documentación de nuestra embarcación sin olvidar el recibo en vigor del seguro, la titulación pertinente y la documentación de todos los tripulantes.