Este artículo ha sido publicado originalmente en es.boats.com.
Hemos probado la nueva Jeanneau Merry Fisher 795, que reemplaza al exitoso modelo 755, aportando un destacable aumento de la visibilidad y luminosidad interior.
La prueba del Merry Fisher 795 en Cannes. Foto: Diego Yriarte.
Los barcos no son como las pelis, donde difícilmente las segundas partes son buenas. Cuando un barco es exitoso, como el Merry Fisher 755, del cual se vendieron más de 1.000 unidades, implica que una buena parte del camino está hecho. El mercado lo ha aceptado y el astillero ha escuchado atentamente a sus clientes para poder mejorar lo que ya estaba bien. Quizás, el pescador apasionado de toda la vida se conforme con menos, porque con algo que flote y se desplace al correspondiente caladero la felicidad está hecha; y si hay una cabina, pues mejor. Pero para quien además de ser apasionado de la pesca, desea compartir el barco en plan familiar, con amigos… las exigencias ya son otras.
Lo nuevo
Las superficies transparentes han sido aumentadas considerablemente. Foto: Diego Yriarte.
El elemento más destacado de su antecesor, la forma de la carena, se ha mantenido prácticamente invariable, al igual que la motorización fuera de borda; aunque la actual es fruto de un convenio de colaboración con Yamaha. El verdadero cambio se evidencia en la visibilidad y, por ende, la luminosidad interior lograda mediante una importante modificación de las ventanas laterales que han aumentado considerablemente su superficie. La claraboya corredera del techo también es más grande y la puerta que comunica la cabina con la bañera; ahora, se divide en tres hojas correderas que al quedar abiertas amplían el tamaño del paso.
Mejoras a la circulación
Las plataformas de baño laterales ocupan la manga máxima. Foto: Diego Yriarte.
Para disfrutar de forma directa del agua y facilitar el acceso se ha ampliado la superficie de las plataformas de baño; de hecho, aprovechan los 2,80 m de manga máxima. El acceso por estribor es mediante una escalera telescópica y una puerta de paso hacia la bañera en la que se ha modificado la configuración de los asientos que rodean la mesa para facilitar que todo el área pueda convertirse en solario. Inclusive el espacio de la puerta de acceso puede completarse con un cojín para montar un asiento en todo el ancho de la popa.
La bañera puede quedar totalmente despejada, montar una mesa, o convertirse en solario. Foto: Diego Yriarte.
En las brazolas se ha instalado un portacaña por banda y también unos asideros para ser utilizados por los que van sentados en esta área durante la navegación. El pasaje hacia proa es más rápido por estribor, pero igual de seguro por ambas bandas mediante una correcta distancia entre pasamanos. Al llegar a proa tenemos otra superficie de solario y el área de trabajo con el fondeo.
En su interior
A babor la dinette se transforma en litera. En la proa una litera doble y el aseo.
Al ingresar, el mueble de la cocina, de dos fogones y fregadero simple, antecede al puesto de mando. En la banda de babor, la mesa es de altura variable para convertir toda el área en litera. Los asientos permiten cuatro personas alrededor de la mesa y durante la navegación el asiento delantero permite cambiar la posición del respaldo para quedar mirando hacia la proa a la misma altura que la butaca del patrón. El espacio de proa da acceso al aseo que queda en estribor y permite el montado de una litera doble, de forma irregular. Bajo todos los asientos y en la parte central del suelo, se dispone de un volumen de guardado abundante, al igual que en la bañera donde se gana mucho espacio gracias a la motorización fuera de borda.
En marcha, mismas sensaciones
Las líneas de casco no se han modificado debido a que han tenido una muy buena crítica por parte de los usuarios que habitualmente destacan la estabilidad en navegación y fondeados, y la forma suave en que entra o cae en la ola.
De su antecesor, ha heredado las principales líneas de casco. Foto: Diego Yriarte.
La unidad que hemos probado estaba equipada con la potencia máxima, un Yamaha 200 hp, con mando mecánico, dirección hidráulica y tripulada por cuatro personas.
Navegando al ralentí, mantiene una velocidad de 3 nudos con un consumo de 1,5 litros de gasolina a la hora y basta con abrir un poco el gas para llegar a una velocidad media ideal para curricán, alrededor de 6 nudos y 1.500 RPM, con un consumo de 5,4 l/h. Para lograr la condición de planeo es necesario superar las 3.000 RPM y los 20 l/h de consumo y una velocidad de crucero de por sobre los 10 nudos. El crucero en un régimen más elevado supera los 15 nudos gastando alrededor de 25 l/h. La velocidad máxima a la que hemos podido llegar, trabajando finamente el trimado del motor, fue de 33 nudos y 74 l/h. La aceleración desde 0 hasta que el casco comienza a planear fue de 7 segundos mientras que para llegar desde 0 a la velocidad máxima empleó un total de 21 segundos, unos números muy correctos, aunque hemos de considerar que el barco estaba vacío del habitual avituallamiento de un uso familiar. La respuesta al timón es correcta, al igual que al hacer virajes un poco más cerrados de lo habitual, en los que el casco responde correctamente.
Evidentemente el enfoque de uso familiar se lleva el mayor beneficio en las modificaciones aplicadas con la visión de mejorar la vida a bordo en planes que pueden incluir pernoctar o, cuando menos, aprovechar la jornada de la salida a la puesta de sol. La lista de opcionales permite un alto grado de personalización… sí, aire acondicionado, también.
Características Jeanneau Merry Fisher 795
Eslora total: 7.43 m
Eslora de casco: 6.97 m
Manga: 2,81 m
Calado: 0,50 m
Capacidad de combustible: 280 litros
Categoría: C 9 personas
Precio sin impuestos: 28.730,00 €
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