José Luís de la Viña prueba la Sacs Strider 10 en Palma: Lujo y potencia en una semirrígida de elegancia italiana.
Nuestra Sacs Strider 10 navegando a marcha confortable con Palma de fondo.
El gran éxito de las semirrígidas se encuentra en los beneficios que proporciona su naturaleza híbrida, además de potenciar las ventajas de las neumáticas, las une a la eficacia estructural de los tradicionales cascos rígidos Un semirrígida es, en esencia, una especie de trimarán con amortiguadores, la parte rígida ejerce de casco central y los “chorizos” de estabilizadores laterales, pero elásticos, lo que proporciona comodidad, estabilidad y seguridad en navegación, especialmente a altas velocidades y con ola. Si a esto le unimos la ventaja de poseer una defensa elástica que cubre ambas bandas y la proa, nos encontramos con barcos sumamente versátiles, capaces de afrontar casi cualquier misión en la mar.
Las semirrígidas comenzaron como la solución lógica para dotar de rigidez estructural a las lanchas neumáticas, a partir de aquí se ha diversificado casi hasta el infinito, ganando tamaño y potencia o encogiéndose para servir como anexo mínimo. Originariamente montaban un fueraborda, actualmente se encuentran de todas las potencias y motorizaciones, incluyendo los diésel intraborda. También nacieron como simples lanchas abiertas, para ganar primero una consola central y ya hasta cabina con interior habitable.
Vista panorámica del salón de popa, con su mesa, la cocina y la consola central con la timonera.
El modelo de ‘gomona’ que he tenido la oportunidad de probar en Mallorca se enmarca en lo que podríamos llamar Gran Turismo, se trata de la Sacs Strider 10, todo un lujo de barco especialmente deportivo, perfectamente adaptado para todo tipo de excursiones marítimas y disfrute al aire libre y dotado de la impronta del más genuino diseño milanés.
El casco y contramoldes están construidos en fibra de vidrio reforzada con resina de poliéster, los “chorizos” inflables, uno de los elementos más delicados de este tipo de barcos, están realizados en Hypalon, un poliuretano clorosulfonado, impermeable al agua y casi del todo a los gases, como el aire, resistente a la oxidadción y al efecto de los rayos ultravioletas y capaz de conservar su color durante mucho tiempo. A pesar de las excelencias de este material los gases tienen la costumbre de escaparse a la mínima oportunidad, por esta razón el Sacs Strider 10 cuenta con un sistema eléctrico de inflado para mantener la presión del aire en su punto adecuado.
Su casco de 10 metros de eslora permitió a los diseñadores crear un notable salón a popa, con su correspondiente sofá en U, su mesa plegable y un mueble auxiliar donde encontramos un completo centro de cocina, con un pequeño fregadero y la imprescindible nevera electrica. Este mueble se adosa a la trasera del asiento doble de la timonera situada en la consola ventral. Toda esta zona puede protegerse de los rigores del sol veraniego mediante un toldo fácilmente plegable tras los respaldos del sofá. Varios cofres ocupan el espacio bajo los asientos, proporcionando abundante espacio de estiba.
Sendos pasillos laterales comunican las dos plataformas de popa con la bañera. En las plataformas de baño encontramos la correspondiente escalera plegable y un ducha de agua dulce.
La amplia consola centra ofrece protección al piloto y su acompañante, además de mucho espacio para instalar los elementos de control de los motores, la timonera y los equipos electrónicos.
El piloto cuenta con un amplio asiento doble, en el que se pueden plegar las partes horizontales, para facilitar el pilotaje de pie. Si se quiere pilotar sentado, el barco dispone de un reposapiés, bien forrado de teca, integrado en la consola. La timonera cuenta con todo lo necesario para controlar los motores, además de la pantalla del ordenador de navegación. Un parabrisas aerodinámico y un par de asideros de inox completan el conjunto.
El acceso a interior se sitúa en la parte de proa de la consola central, mediante una moderna escotilla, y está compuesto por una pequeña cabina que ocupa la parte delantera de la consola, dotada de un lavabo y un inodoro marino y, más a proa bajo el solárium, una litera doble.
Una confortable colchoneta cubre la mayor parte de la bañera de proa, convirtiendo el conjunto en un espacioso solárium. En el extremo, sobre el flotador, una plataforma permite fijar un par de cornamusas para amarrar. El ancla se fija en la roda, bajo el flotador, en el correspondiente pozo de cadenas, que ocupa el extremo de la proa, donde encontramos el molinillo eléctrico que facilita el fondeo.
Todas las superficies “pisables” de la cubierta vienen forradas por confortable y elegante madera de teca.
LA MÁQUINA
Los propulsores Yamaha enmarcados por las plataformas de baño.
La Sacs Strider 10 monta de serie un par de fuerabordas Yamaha de 250 caballos de potencia, cada uno de ellos, lo que no está nada mal para un barco de su eslora. Los motores fueraborda ocupan menos espacio y son más ligeros que los intraborda, especialmente lo diésel, afortunadamente estos propulsores ya no son de dos tiempos, de tal manera que el consumo de gasolina no alcanza cifras astronómicas. Los sistemas hidráulicos de trimado de ambos propulsores ayudan a los enamorados del “ajuste fino” y permiten optimizar el barco adaptándolo a las diferentes condiciones de mar y carga.
NAVEGANDO
Buenas sensaciones incluso al alcanzar los 35 nudos.
Este barco tiene la eslora suficiente como para mantener elevadas velocidades de planeo con toda comodidad, a su vez las líneas de agua del casco resultan muy efectivas y el barco navega con eficacia y suavidad, sin obsequiar a pasajeros y navegantes con los tradicionales pantocazos, tan típicos en barcos de este tipo, especialmente de esloras inferiores. La prueba se realizó en condiciones de poca mar y viento casi en calma, por lo que, si bien pudimos navegar veloces a pleno confort, tuvimos que buscar las olas de las estelas de otros barcos para intuir el comportamiento con mar algo agitada.
El barco reacciona noblemente a los cambios bruscos de rumbo, incluso a buena velocidad y cruza la incómoda ola de algunas estelas sin golpear con el pantoque. A pesar de que los dos motores están bastante juntos, ayudan mucho a la maniobra en puerto y a la puesta a punto fina en navegación.
Desde parados el barco alcanza la velocidad de planeo en pocos segundos y mantiene un crucero confortable, por encima de los 25 nudos, sin ninguna dificultad. Dándole alegría a los gases se superan los 35 nudos sin que las sensaciones comiencen a ser mínimamente violentas. La velocidad máxima, con esta configuración, supera los 50 nudos, pero, en general, yo no suelo tener tanta prisa…
ESPECIFICACIONES SACS STRIDER 10 Eslora total 9,90 m Manga 3,35 m Calado 84 cm Desplazamiento 3.5 Tm Capacidad de combustible 450 l Capacidad de agua 80 l Motorización máxima 2 x 320 Cv fueraborda
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