Traje de supervivencia, arnés, material pirotécnico, chalecos salvavidas, etc. Muchos de ellos son elementos que esperamos no utilizar nunca en la vida, pero si llegáramos a necesitarlos, mejor saber dónde están y que funcionen como es debido.
Equipo y material de seguridad obligatorio a bordo
Actualmente hay cinco categorías de equipo de seguridad que tenemos que llevar a bordo: salvamento, navegación, achique, contra incendios, prevención de vertidos de aguas sucias y armamento diverso. El equipo y material de seguridad obligatorio dependerá de la zona de navegación para la cual está autorizada la embarcación. Recordamos que la zona de navegación no hace referencia a donde se navega habitualmente sino a las siete zonas determinadas por la distancia de la costa y la categoría de diseño:
- Navegación ilimitada, categoría de diseño A Oceánica
- Navegación en alta mar hasta 60 millas de la costa, Categoría de diseño B
- Navegación en alta mar hasta 25 millas de la costa, Categoría de diseño B
- Navegación en aguas costeras hasta 12 millas de la costa, Categoría de diseño C
- Navegación en aguas costeras hasta 5 millas de la costa, Categoría de diseño C
- Navegación en aguas costeras hasta 2 millas de la costa, Categoría de diseño C
- Navegación en aguas protegidas en general, Categoría de diseño D
Los equipos de seguridad que deben llevar a bordo las embarcaciones de recreos están regulados en la Orden FOM/1144/2003, de 28 de abril. En la web del Ministerio de Fomento puedes consultar en detalle el listado de los equipos de seguridad según las zonas de navegación.
Material de seguridad accesible
Es habitual pensar en el barco como a una casa y cuidar de los detalles del interior para que sea acogedor y que nos haga sentir cómodos. Un cartel de ‘Elementos de seguridad’ o ‘Chalecos salvavidas’ no combina mucho con los tapizados, pero es necesario hacerlo bien visible ya que toda la tripulación debe estar al tanto de dónde se encuentran los elementos de seguridad.
Si no queremos ocupar espacio con los salvavidas convencionales podemos optar por los auto-hinchables. Debemos recordar estibar el material pirotécnico en un lugar accesible y seco, pero lejos de la curiosidad de los niños. Al margen de la sanción que podamos recibir en una inspección de rutina, es muy importante controlar las fechas de caducidad de todo el material de seguridad.
Más allá de lo obligatorio
Saber dónde está nuestro material de seguridad y asegurarnos de que funciona es importante, pero también podemos hacer un poco más y aprendernos de memoria su funcionamiento, por ejemplo cómo encender una bengala o cómo desbloquear la balsa salvavidas, porque es raro que tengamos que utilizar estos elementos en un día soleado y con la mar en calma. También es recomendable llevar elementos de seguridad, aunque no estén dentro de lo obligatorio, como luces estroboscópicas, luces químicas, espejo de señales, etc.
Chalecos salvavidas
La normativa CE diferencia cuatro tipos de chalecos, definidos por su flotabilidad expresada en Newtons (N), 10 Newtons = 1 Kg de empuje de flotación.
- Chaleco de 50 N
Para aguas calmadas y cercanas a la orilla. No garantizan que el rostro permanezca al aire en todo momento. Se emplean para actividades deportivas, como el kayakismo, las motos de agua o el windsurf, y no están incluidos en la normativa del Ministerio de Fomento para su utilización en la navegación de recreo. - Chaleco de 100 N
Para esperar un rescate próximo, flotando sobre aguas en calma. - Chaleco de 150 N
Para soportar el mal tiempo en mar abierto. - Chaleco de 275 N
Para situaciones extremas en mar abierto y llevando abundante ropa de abrigo.
La normativa CE diferencia cuatro tipos de chalecos, definidos por su flotabilidad expresada en Newtons (N).
Comprar un chaleco salvavidas
A la hora de adquirir un chaleco es importante que incluya la homologación CE o bien SOLAS. También hay que considerar el uso que le vamos a dar: los chalecos auto inflables con arnés son muy cómodos y seguros, principalmente para quienes navegan de noche o en solitario. Hay modelos muy completos que además de las bandas reflectantes que todos llevan, incluyen luz estroboscópica, avisador de MOB (persona al agua) que emite una señal captada por el instrumental de a bordo. Debemos tener en cuenta que cuando una persona cae al agua es porque las condiciones meteorológicas son realmente adversas, y en cuanto el barco se aleja es muy difícil mantener el contacto visual. Por esto es imprescindible que, si hay más tripulantes, uno mantenga contacto visual todo el tiempo mientras los otros coordinan la maniobra para volver a recogerlo, lo que es particularmente difícil navegando a vela. De esto dependerá el éxito o, mejor dicho, la vida de la persona que haya caído. Las posibilidades de recuperar una persona de noche en un temporal son mínimas, por lo tanto es importante contar con la mayor cantidad de medios tecnológicos posibles.
Ponte el chaleco
Que es incómodo, que no es mi talla, que no hay mal tiempo… ¡No hay excusas que valgan! Es imprescindible disponer de chalecos para cada tripulante, adecuados a su talla y peso. Sobre todo las personas más pequeñas de la tripulación deben tener un chaleco a su medida. Si tenemos intención de hacer una travesía que nos alejará de puerto más allá de lo que dura una previsión meteorológica fiable -que son unas 24 horas- deberíamos tomarnos media hora para ajustar un chaleco salvavidas para cada persona de la tripulación. De paso, ya sabrán dónde se guardan y que no es necesario esperar a que el viento supere los 20 nudos y la ola dos metros para ponérselos. Tanto los chalecos salvavidas inflables como los convencionales deben ser revisados como mínimo cada año, para comprobar costuras, hebillas y estado de la tela. Si se mojan con agua salada es imprescindible aclararlos y en el caso de los inflables es recomendable que los revise una empresa autorizada.
Más información: Chalecos salvavidas y ayudas a la flotabilidad
Es imprescindible disponer de chalecos salvavidas para cada tripulante. Foto Jordi Maseras.
Aros salvavidas
Los aros salvavidas van instalados en popa o en la aleta, llevan un cabo que flota (de al menos 50 metros) y una boya de autoencendido con luz estroboscópica. Cabe recordar que los helicópteros de salvamento cuentan con instrumental específico y las luces estroboscópicas son las que se detectan a mayor distancia. Los aros salvavidas deben contar con un sistema que permita soltarlos y arrojarlos al agua rápidamente. Es lo primero que tenemos que hacer cuando un tripulante cae al agua.
El aro salvavidas debe llevar el nombre del barco por lo que es muy importante tener en cuenta que, si se pierde un aro, debemos informar a Salvamento Marítimo lo antes posible dado que alguien puede encontrarlo y activar una alarma.
Se recomienda a los navegantes solitarios remolcar un cabo de al menos 50 metros con nudos y un flotador en el extremo; aunque realmente es muy complicado cogerlo al caer y aun así es difícil soportar la fuerza del agua si el barco navega en velocidad. Es mucho más recomendable llevar el control remoto del piloto automático colgado al cuello, como suelen hacer todos los que participan en regatas.
Balsas salvavidas
Para que las balsas funcionen correctamente es importante cumplir con los plazos de las revisiones y elegir el lugar para su instalación en cubierta. Por lo general, los barcos tienden a hundirse por proa, debido a que la popa tiene mayor volumen, por lo que no es muy recomendable instalar una balsa en la proa.
Toda la tripulación debe saber cómo destrincar y lanzar al mar una balsa. Es muy importante intentar mantener la calma y seguir las instrucciones, los accidentes más graves son por tirar de la boza cuando la balsa aún está en cubierta. Cuando ésta se abre lo hace violentamente y puede herir o tirar al agua a las personas que estén en cubierta. Es tan imprescindible arrojar la balsa al agua y esperar que se separe del barco como afirmar el extremo de la boza a una cornamusa antes de tirarla al agua, ya que si no está ligada es muy posible que se aleje demasiado y se pierda.
Extintores y mantas
Los extintores portátiles deben encontrarse siempre al alcance y revisados, en fecha y forma, por empresas autorizadas y homologadas. Además de los obligatorios baldes para agua, es conveniente disponer de una manta ignífuga con la que ahogar pequeños fuegos. Esta es ideal en embarcaciones pequeñas, ya sean de vela o motor. Es necesario que esté instalada en la cocina, cerca de los fogones, pero hay que tener cuidado y no instalar el contenedor de la manta ignífuga justo sobre la cocina: en caso de incendio a ver quién se atreve a meter la mano para coger la manta y arrojarla sobre el foco de fuego. Si bien existen varios tipos de extintores, lo habitual es que los incendios sean de origen eléctrico, por lo que la mejor arma es la previsión y la revisión periódica de las instalaciones.
Más información sobre: Prevención de incendios a bordo y extintores
Es importante que los extintores portátiles estén siempre al alcance y revisados. Foto: Jordi Maseras.
Trajes de supervivencia
Los trajes de supervivencia son imprescindibles en travesías oceánicas, principalmente por aguas frías y donde la ayuda podría tardar muchas horas, o incluso días, en llegar. Los trajes no son sencillos de poner y es necesario algún tipo de entrenamiento para hacerlo bien. Lo mejor es hacer un curso de supervivencia en el mar, donde se explican con todo detalle su uso y el del resto de los elementos.
Botiquín y mochila de supervivencia
Evidentemente hay que tener un botiquín de primeros auxilios y controlar el estado de sus elementos. Pero también deberíamos llevar una mochila de supervivencia, de material y confección estanco donde, si fuera necesario abandonar el barco, poder llevarnos un VHF portátil, la radiobaliza, navaja, alimentos energéticos, agua, linterna estanca, luz estroboscópica; la pirotecnia, bengalas, cohetes, humo naranja y si fuera posible ropa seca y de abrigo.
Elementos de seguridad extra
El arnés de seguridad es un equipo personal adaptado a la talla de cada tripulante. Aunque al principio puede parecer incómodo, el arnés es imprescindible para moverse por cubierta con mal tiempo o de noche. También tiene que estar instalada correctamente la línea de vida que va por los pasillos laterales de proa a popa y debe ser de cinta, si fuera de cabo es posible que ruede al pisarla y que perdamos la estabilidad. En la medida de lo posible, utilizar una doble línea de amarre del arnés rematadas con un mosquetón. De esta forma, no soltaremos un mosquetón hasta que esté sujeto el otro y así podremos avanzar con toda seguridad. Tampoco la longitud de la línea de amarre del arnés ha de ser demasiado larga, como máximo dos metros para que, si nos caemos, quedemos lo más cerca posible del barco. Hay quien prefiere que el punto de fijación del arnés esté en la espalda, porque si está en el pecho, al caer al agua y ser arrastrado hay más riesgo de quedar sumergido cabeza abajo. Además de la línea de vida es importante tener puntos de anclaje en la bañera, próximos al timón o en la base del mástil.
Por supuesto que ante una situación de emergencia nada es suficiente y hemos de tener en cuenta principalmente que abandonar el barco es el último recurso. Incluso si tenemos que accionar la balsa salvavidas, si el barco sigue a flote, es importante mantenerse a bordo y solo cortar el cabo que nos une si el barco se hunde.
¡Por lo demás, soltar amarras y disfrutar de la navegación!