El navegante catalán, que cuenta con 10.000km recorridos en kayak, ha comprado ahora una embarcación clásica que está rehabilitando para su nuevo proyecto de observación y conservación del mar y fauna marina.
Sergi Basolí estudió ingeniería y al acabar la carrera, encontró un buen trabajo en Alemania, pero tenía otras inquietudes. En 2011 comenzó a pensar en dejar su trabajo para algo muy distinto: viajar y recorrer mundo en kayak para observar la costa cerca de su casa, sin motor y “a un ritmo lento”. Así empezó a preocuparse por la naturaleza hasta el día de hoy, emprendiendo el proyecto Mar a la vista destinado a observar y fomentar la conservación de los océanos mediante su velero Ría de Ferrol. Se trata de un antiguo barco de madera de 1949 de origen noruego, con vela cangreja, sin botavaras ni guinches, dos velas delante y de 12,50 metros de eslora y 3,20 de manga.
Hoy Sergi Basolí comparte sus experiencias en Instagram y Facebook, seguido por más de 52.000 y 15.000 usuarios respectivamente, donde va hablando sobre sus aventuras con su perrita Nirvana y sus progresos en el Ría de Ferrol.
En esta entrevista Sergi Basolí nos habla de su experiencia en el mar desde sus inicios en kayak; cuando acampaba en las playas para descansar, hasta la actualidad; que se encuentra preparando el Ría de Ferrol para realizar los avistamiento de cetáceos en el Mediterráneo.
Sus inicios: en kayak por el mediterráneo
¿Qué te llevó a viajar en kayak en solitario?
Tenía en mente hacer un viaje tras acabar la universidad y antes de ponerme a trabajar en Alemania. Quería que fuese un viaje cerca de casa, sin motor y que me permitiese observar la costa a un ritmo lento y llegar a rincones que de otra manera me hubiese sido imposible. Había trabajado algunos veranos alquilando kayaks y haciendo rutas para turistas en la Costa Brava, así que de ahí surgió la idea del primer viaje en kayak. La idea era recorrer la costa catalana, pero una vez llegué allí, me planteé llegar hasta Gibraltar y por qué no hasta Donosti, donde vivía mi hermana. Así fue como acabé dando la vuelta a la península.
Sergi Basolí navegando en solitario en kayak, pero con la compañía de su perrita Nirvana.
¿Cuántas millas y por dónde exactamente has navegado en kayak?
He recorrido unos 10.000 km en kayak. El primer viaje fue en 2011 y di la vuelta a la Península Ibérica, desde Argeles sur le Mer hasta Donosti. En el segundo viaje, del 2013 al 2017, empecé en Barcelona y recorrí la costa catalana, francesa y, una vez en Italia, crucé también hasta Córcega y Cerdeña, volví a la costa italiana, de ahí hasta Sicilia, Malta y finalmente Calabria.
Sergi Basolí ha navegado unos 10.000 km en kayak por todo el mediterráneo.
¿Cómo dormías y comías durante las travesías?
Llevaba una tienda de campaña en el kayak y para dormir acampaba en las playas a las que iba llegando, cada día en una distinta. En invierno a veces los lugareños me ofrecían hospedaje y una ducha caliente, ¡cosa que se agradecía! En el kayak podía llevar víveres como pasta, fruta, verduras, etc. que conseguía en cualquier mercado o tienda local. A menudo, aprovechaba la singladura para pescar, ya fuera con arpón o al curry can.
Durante sus viajes en kayak, Sergi Basolí acampaba en las playas para dormir y descansar.
¿Cuál ha sido la situación más extrema que has vivido en tus viajes?
Un día de mucho temporal en Figueira de Foz, Portugal. Fueron 8 horas de mucho mar de popa con vientos rompientes. La llegada al puerto fue lo más difícil, ya que las olas eran el doble de grandes.
Sergi Basolí navegando en kayak con mala mar
Ría de Ferrol: velero tradicional en fase de rehabilitación
¿Sabías navegar en barco antes de comprar el velero?
El día que vi por primera vez el Ría de Ferrol me estaba sacando las prácticas del PER. Tenía mucha experiencia en el mar, pero ningún título: en mis años de universidad me dediqué a hacer de barquero manejando lanchas neumáticas para acercar a la gente de la playa hasta la boya donde tenían su barco. Teníamos que mover el barco al milímetro entre otras lanchas. Los movimientos e inercias del barco al final son los mismos, pero a una escala más grande. Lo que sí tuve que aprender de cero cuando adquirí el Ría de Ferrol fue el manejo de las velas.
¿Por qué escogiste un barco que necesita restauración y no uno nuevo?
El mismo día que decidí que buscaría un barco, fue el mismo que lo encontré. Me gustó desde el momento que lo vi, y no me planteé nada más que aventurarme estuviera como estuviera.
¿En qué condiciones estaba cuando lo compraste?
El barco se restauró en los años 80 de mano de su anterior propietario César Bedoya y se mantuvo muy bien gracias a él. Pero los últimos años no se pudo hacer el mantenimiento habitual y eso hizo que algunas maderas se pudrieran. Se hizo lo que se pudo en Ferrol para poder traerlo a Barcelona. El motor, un Barreiros, estaba por suerte de maravilla.
El Ría de Ferrol es del año 1949, es de madera y tiene 12 metros de eslora.
¿Cómo está siendo el proceso de recuperación?
Antes de llevar el barco a Barcelona, tuve la suerte de poder pasar dos meses aprendiendo con el antiguo propietario, Cesar, y la gente de Ferrol, que me enseñaron a reparar el barco y a prepararlo en condiciones: motor, velas, madera, etc. Durante los 16 días de travesía de Ferrol a Barcelona fueron fallando varias cosas y las fuimos arreglando gracias al soporte telefónico con Ferrol. Una vez aquí, seguimos trabajando a diario. Hemos mejorado el interior del barco para hacerlo un poco más habitable y funcional: literas/asientos, baño, cocina, etc. Estamos tapando y reparando la madera podrida. Intentando que no haya goteras cuando llueve, y que el sol no seque demasiado el casco. Proximamente, reforzaremos las cuadernas que están más débiles.
¿Qué supone la reparación y el mantenimiento del velero a nivel de costes y esfuerzo?
Mi intención es hacer todo lo posible yo mismo, así que son muchas horas de trabajo e ir aprendiendo cada día. Cuento con la ayuda de voluntarios que colaboran con algunas tareas y yo estoy haciendo también a su vez voluntariado junto a varios carpinteros de Ribeira para así aprender las técnicas de la madera. Los costes son difíciles de calcular, sobre la marcha vamos comprando nuevos materiales y herramientas, supongo que de aquí a un tiempo ya podremos estimar mejor los costes anuales. Hace unos meses lanzamos un verkami para recaudar fondos a cambio de recompensas marineras relacionadas con el barco, entre ellas, claro, salir a navegar. Eso nos dio el impulso necesario para afrontar un poco la inversión inicial.
¿Qué es lo que más te gusta de navegar con un velero clásico?
Todo es manual como antiguamente. Es fácil trasladarse a épocas pasadas y apreciar cómo se navegaba durante siglos. A su vez, también es una manera de navegar que implica mucho trabajo en equipo y comunicación con la tripulación, cada día se aprenden cosas nuevas del barco y de uno mismo.
El Ría de Ferrol es un velero clásico sin guinches, donde todo el trabajo se hace de forma manual.
Mar a la vista: su proyecto de observación y conservación marina
¿En qué consistirá exactamente tu proyecto de observación de la fauna marina?
Mar a la vista es un proyecto local de ocio sostenible basado en el respeto de nuestros recursos naturales y la protección de la biodiversidad marina. Quiero seguir con la misión que inicié en mis viajes en kayak para concienciar a la población sobre la conservación de nuestros océanos. Creo firmemente que cuanto más se conoce del mar y la fauna que lo habita, más predispuesto se está a ayudar a su conservación. Es por eso que quiero destinar esta embarcación tradicional al avistamiento de cetáceos en el Mediterráneo. El rorcual común o ballena de aleta, animal catalogado en peligro de extinción, es el segundo animal más grande del planeta y el mayor de nuestro mar. Aún así, existe un desconocimiento general de su existencia en nuestras aguas, a pesar de que se alimentan muy cerca en su migración por el mar Mediterráneo. Su presencia es un indicativo de la buena salud del mar y protegerlas equivale a preservar el hábitat marino. Con este proyecto pretendo acercar esta realidad a la comunidad de Barcelona y crear conciencia a través de la experiencia directa con ellas y del contacto con el mar.
¿Cómo funciona tu financiación de crowdfunding?
En medio del confinamiento y con pocos recursos para llevar a cabo las tareas de reparación, decidimos usar el tiempo encerrados en casa para lanzar una campaña de crowdfunding en Verkami, de esta manera dábamos a conocer el proyecto a un público más amplio a la vez que conseguíamos financiación para adquirir los materiales necesarios para rehabilitar el barco. Queríamos que las personas que colaborasen con el proyecto se llevasen un trocito del barco a casa, y que ellos también navegasen para siempre con nosotros. Por eso decidimos regalar a todos los mecenas un abridor marinero hecho con maderas descartadas del barco. También vamos a instalar una placa de latón con el nombre de todos los colaboradores. También hay otras recompensas como fotografías del barco, salidas en velero o la posibilidad de bautizar a la chata con el nombre que uno desee.
¿En qué zonas tienes previsto llevarlas a cabo y cuándo?
La temporada de migraciones del rorcual común por el mediterraneo va de febrero a junio. Esperamos empezar con las salidas en cuanto acabemos con las últimas reparaciones. Cerca de Barcelona hay dos comederos donde habitualmente se han avistado ballenas, uno está delante de la costa del Garraf y el otro enfrente de Mataró, unas fosas de hasta 1.000m de profundidad. Saldremos pronto por la mañana y nos dirigiremos a esas zonas para aprender sobre estos animales, las técnicas de avistamiento y, si hay suerte y la naturaleza pone de su parte, avistarlos.
Las salidas de Mar a la vista serán por Barcelona, cerca de la costa del Garraf y también en Mataró.
¿Tienes conocimientos previos en fauna marina?
Desde pequeño siempre me he interesado por la fauna marina, pero no soy ningún experto. Es por eso que nos acompañará en las salidas una bióloga marina, que se encargará de que hagamos un avistamiento responsable, informando a todos los pasajeros de cómo se hacen los avistamientos, cómo no molestarlas, cómo respetar su entorno. Junto a ella, vamos a explicar toda la situación del hábitat marino de Barcelona, todo lo que han sufrido las ballenas hasta el día de hoy y cómo poner nuestro granito de arena a su conservación.
Además de este proyecto que emprendes, ¿Has participado en alguna otra actividad o iniciativas de cuidado del mar y/o del medio ambiente?
En mi segundo viaje en kayak, del 2013 al 2017 colaboré con la ONG Oceana, pidiendo a las autoridades de los países que recorrí aumentar las áreas marinas protegidas para evitar el deterioro del mar, y es que con solo el 4 % de las áreas protegidas no es suficiente para garantizar la preservación de la especies marinas. Durante el viaje, vi en primera persona la eficacia de áreas marinas protegidas, y cómo el turismo responsable ayuda a promocionar dichos lugares y preservarlos, siendo un modelo ejemplo para lugares existentes o crear nuevos. Tuve la suerte de conocer a marineros que tuvieron la amabilidad de mostrarme sus áreas protegidas, su actividad turística y realicé tareas de limpieza de plásticos en muchas de las playas que visité.
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