El VanDutch 40 es un crucero de día de líneas poco convencionales y también, sorprendentemente, uno de los más sencillos.
El VanDutch 40 está disponible en dos opciones, un modelo Open y otro Walkaround. La primera vez que los vi fue en el Salón Náutico de Cannes del 2013 y la sensación fue la de estar delante de dos barcos extraordinarios. Creo que no hay nadie que no esté de acuerdo: se trata de un barco único. Aunque, claro está, con dos personalidades.
¿Aspecto singular? ¡Sin duda! – Las líneas del VanDutch 40 son únicas.
¿Pero es agradable a la vista? Eso ya depende del gusto de cada uno. Independientemente de su aspecto, uno de los puntos interesantes de estos barcos es el lugar donde se construyen: el modelo open se construye en Holland, Michigan, en el Midwest de EE. UU., mientras que el Walkaround se construye aquí más cerca, en Holanda. Dos Holandas, pero a muchos kilómetros de distancia. Sin embargo, y haciendo justicia al ‘Van’ de la marca, las técnicas de construcción utilizadas en ambas versiones son vanguardistas.
La estructura es de sándwich de fibra de vidrio moldeado por inyección y reforzado con Kevlar en los puntos de estrés. La cubierta es de Esthec, un composite que tiene el aspecto y el acabado de la teca pero que no requiere mantenimiento. El cableado de la instalación eléctrica es limpio y sencillo, y está muy bien montado y aislado en un cofre de metal. Los cojines están envueltos en Silvertex, un material resistente a las manchas, a los rayos UV y a la abrasión que, además, tiene el tacto de tela texturizada. Este es un detalle importante ya que gran parte de los espacios de estar de la cubierta del VanDutch 40 están revestidos de este material .
La cubierta corrida del VanDutch 40 Open es muy bonita pero implica que la cabina no sea mucho más grande que la del modelo Walkaround.
El solarium más grande está situado por encima de la caja del motor, que alberga una otra sorpresa: el VanDutch 40 dispone de un par de motores V-drive. La motorización estándar son dos diesel de 260 Cv lo que permite una velocidad máxima de 32 nudos, pero también se puede optar por dos motores de 480 Cv que lo empujan hasta los 40 nudos. Hoy en día ya no es normal ver motores con transmisiones V-drive en este tipo de barco, pero VanDutch los utiliza por una razón muy sencilla: esta solución optimiza la distribución del peso y el centro de gravedad del casco, que fue diseñado por Frank Mulder Design. Mulder ha diseñado más de 500 barcos distintos, así que cuando él dice que es aquí donde se equilibra el barco, lo más probable es que tenga razón. Y hay otras ventajas en usar V-drives: su sistema de escape submarino ahoga el ruido del motor y el acceso a los motores para el mantenimiento es muy fácil.
La cabina del modelo Walkaround aunque más pequeña que la del Open tiene todo lo esencial.
El mantenimiento fácil es algo que encaja perfectamente con todo el barco cuya obra muerta es también muy sencilla para que mantener el VanDutch en plena forma no sea un problema. La disposición es otro ejemplo de que la sencillez es el lema; casi toda la bañera consiste esencialmente en un gigantesco solarium, la cubierta, una mesa y una columna inclinada en el puesto de mando. Así al volver al puerto solo hay que fregarlo un poco, enjaguar y volver a casa. La cabina también es minimalista, con una litera en V y una mini cocina en el modelo Walkaround y una litera en V, un aseo y cocina, en el modelo Open.
VanDutch 40 en su versión Walkaround: más espacio en proa.
Quitando las diferencias en la dimensión de la cabina, lo que más distingue el Walkaround del Open es la función de la proa. Mi preferencia personal se inclina más hacia el modelo Walkaround, porque en este caso todo el espacio de proa se puede usar. El centro (que es a la vez el techo de la cabina) es acolchado y se puede convertir también en solarium o puede ser utilizado cómo zona de estar. En el modelo Open, la cubierta de proa es corrida y mucho menos accesible. Además, el diseño de cubierta corrida no significa que la cabina sea mucho más grande que la del Walkaround, así que no le veo demasiadas ventajas. Pero a nivel puramente estético, la cubierta corrida es un acierto total.
VanDutch 40: el diseño conquista.
Y una vez más, es la estética lo que me conquista. Aunque normalmente en las pruebas de barcos intento ignorar algo tan subjetivo, en este caso eso es simplemente imposible — y tampoco deseable, ya que el aspecto verdaderamente único de los VanDutch 40 es una de sus mayores bazas.